Christian Kennedy
Director de London Import
Paraguay no es un país considerado sísmico, ni por cuestiones geológicas ni, probablemente, tampoco por cuestiones macroeconómicas.
La definición de un sismo es la sacudida brusca y pasajera (temporal) de la corteza terrestre. En el mundo de los negocios, podemos considerar un sismo algo que sacuda nuestras bases o las bases sobre las cuales operamos y tenemos sustentada nuestra empresa.
Aunque Paraguay no tiene sismos geológicos notables, en 2002, la economía nacional, dependiente del dólar estadounidense, sufrió un sismo económico. El guaraní pasó de 4.600 a 7.100 por dólar, una devaluación de más del 50%. Esto provocó cierres de bancos y pérdidas significativas. Las reformas y regulaciones posteriores del Banco Central del Paraguay cimentaron una macroeconomía más estable y predecible. Imaginen algo similar en 2024: el dólar superaría los Gs.10.000.
Este sismo partió la empresa familiar, de la cual soy parte, por la mitad. Una de las principales marcas representadas decidió retirarse del país. Me tocó ser parte íntegra de la reconstrucción.
Este tipo de sismos, shocks, o sacudidas, pueden existir en cualquier momento y con distintas intensidades.
Una crisis externa, es uno de los tipos de sismos que pueden afectar a nuestras empresas.
Un claro ejemplo mundial de una empresa que no sobrevivió a un “sismo de mercado”, en este caso de tecnología y hábitos de consumo, fue Kodak.
Por más que inventaron la cámara digital, el miedo a lo que veían como canibalizar su negocio histórico, terminó llevándolos a la irrelevancia. La resistencia al cambio permitió que Canon y Nikon se apoderen del mundo de las cámaras digitales. El “Momento Kodak”, pasó al olvido.
Los edificios antisismos buscan el balance entre resistencia y ductilidad (la capacidad para doblarse sin romperse). Cuanto más altos desean construir, más consideraciones hay que tener.
Una empresa, al igual que un edificio, puede hacer lo mismo, construyéndose sobre pilares claves.
1. Poseer cimientos sólidos. Primeramente, valores. Sobre estos, entender en qué negocio están realmente en todo su amplio sentido para construir sobre una visión y misión.
2. Flexibilidad y adaptabilidad. Construir la estructura con materiales flexibles. Permite adaptarse a situaciones y cambios externos e internos, para pivotar en caso de necesidad, innovando hacia el área que le indique la visión y el mercado.
3. Redundancia en soportes. No tener toda la estructura sostenida sobre un pilar, hay que diversificar, para que, en caso de que falle parte de la estructura, pueda soportarse en otra.
4. Evaluación y mejora continua. Inspecciones regulares, correcciones y actualizaciones necesarias. Métricas definidas en sistemas claros, feedback y análisis de mercado.
5. Previsión y preparación para emergencias. Buscar entender escenarios de posibles crisis y tener un equipo de líderes preparados para tomar acción.
6. Inversión en tecnología, conocimiento y sistemas. Hoy, más que nunca, con la Inteligencia Artificial, la inversión e innovación en tecnología generará más “movimientos sísmicos” que nunca, además se sucederán con más frecuencia.
Algunos ejemplos de sismos para los que hay que prever en nuestras empresas son puntos como problemas en la cadena de suministros (ej: quiebres de stock), falta de mano de obra capacitada, cambios regulatorios (leyes), avances tecnológicos, crisis de reputación empresarial, fluctuaciones económicas.
En un mundo empresarial lleno de incertidumbres y cambios bruscos, la capacidad para resistir y adaptarse a estos “sismos” determina la supervivencia y el éxito a largo plazo. Paraguay, más allá de su estabilidad relativa a la región, no está exento. Tu empresa tampoco.