Silvia Morimoto
Representante residente del PNUD en Paraguay
En el camino hacia una comprensión más completa del progreso, el Índice de Desarrollo Humano (IDH) surgió como una herramienta esencial para complementar la medida tradicional del Producto Interno Bruto (PIB). Esta innovación, introducida por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), permitió vislumbrar el desarrollo no solo en términos económicos, sino también a través de dimensiones vitales como la salud, la educación y los ingresos.
La reciente publicación del Informe Global de Desarrollo Humano 2023/2024 “Salir del estancamiento: re imaginar la cooperación”, ofrece una evaluación actualizada de este índice. Para Paraguay, los resultados son alentadores. En medio de un entorno global y regional complejo, el país mantuvo un nivel de desarrollo humano alto y, por primera vez después de los desafíos planteados por la pandemia de Covid-19, experimentó un aumento en su IDH.
Con un valor actualizado de 0,731 en el año 2022, Paraguay se posiciona en el puesto 102 de 193 países, reflejando un avance significativo desde 1990, con un aumento del 21% en su IDH. Este crecimiento se sustenta en mejoras tangibles: un aumento en la esperanza de vida al nacer, un incremento en los años de escolaridad y un progreso en el ingreso per cápita. Estos logros son testimonio del compromiso continuo de Paraguay con el desarrollo integral de su población.
En el contexto regional, el informe destaca mejoras en el desarrollo humano en América Latina y el Caribe, aunque advierte que la región aún no ha recuperado por completo sus niveles prepandémicos. La necesidad de una cooperación reimaginada resuena fuertemente en este análisis, destacando la importancia de abordar desafíos interconectados como la desigualdad y la polarización política.
A nivel global, el informe plantea una “paradoja de la democracia”, donde a pesar del amplio respaldo a este sistema de gobierno, persiste una insatisfacción, especialmente entre las poblaciones vulnerables. Esta realidad nos insta a reflexionar sobre el papel de la cooperación internacional en la construcción de sociedades más inclusivas y equitativas.
Las soluciones propuestas en el informe ofrecen un camino hacia adelante. La construcción de una arquitectura global para los bienes públicos, la mitigación de la polarización y la reducción de las brechas de capacidad de acción son acciones clave para superar los desafíos presentes. Estos esfuerzos colaborativos nos permitirán avanzar hacia un futuro más justo y próspero para todos.
El informe nos recuerda la interdependencia de las naciones y la importancia de aprovechar nuestras capacidades colectivas para abordar los desafíos compartidos. A través de la colaboración y el compromiso, podemos transformar los desafíos en oportunidades y garantizar que las aspiraciones de todas las personas se hagan realidad. Así, ofrece una visión esperanzadora y práctica de los avances y desafíos que enfrenta Paraguay, la región y el mundo. Es una llamada a la acción para trabajar juntos hacia un futuro donde el desarrollo humano sea verdaderamente inclusivo y sostenible.
Enlace al informe completo: https://bit.ly/4b8vmMM