• Por Adriana Morro.
  • Lic. en Ciencias de la Comunicación
El año pasado hablamos sobre la inteligencia artificial como una herramienta para acelerar los pro­cesos de trabajo de los comunicado­res, dejando en claro que su uso no puede reemplazar al ser humano. Puede servir para convertir au­dios a texto, crear las bases de las gacetillas, identificar influencers, hacer resúmenes, presentaciones. Sin embargo, siempre requiere una revisión minuciosa por parte de un comunicador.
Si dejamos de lado la parte ope­rativa y hablamos de estrategias, el camino será la combinación de nue­vas (microinfluencers, contenido interactivo, LinkedIn para posicio­narse como referente, entre otros) y tradicionales, utilizando siempre como base un contenido auténtico y de calidad para nuestra audiencia.
Durante mis 12 años en rela­ciones públicas y del desarrollo de contenidos editoriales, vi cambios sustanciales en el comportamiento de consumo de noticias por parte de las audiencias y a los medios adaptarse a las nuevas plataformas con diferentes formatos.
A pesar de tantos cambios, el contenido acorde a lo que necesita nuestro público sigue siendo el protagonista. Cada vez más, las per­sonas no solo buscan información sobre los beneficios de un producto o servicio, sino que quieren infor­mación relevante, que les aporte conocimientos más allá del produc­to en sí. Nos referimos a un conteni­do que les haga sentir una conexión con la marca, que muestre un lado humano y sobre todo que sea real.
Un contenido original, auténtico y de calidad, presentado de forma simple, es el primer paso para lo­grar el éxito en una campaña. A par­tir de ahí, los esfuerzos para lograr los objetivos se simplifican.