• Por Paulo Almeida
  • Profesor de la Fundação Dom Cabral
En tiempos de complejidad organizacional, cambios rápidos y crecientes demandas sociales, el liderazgo ejecutivo enfrenta un nuevo desafío: la necesidad de adaptarse a modelos más humanizados y éticos.
En este artículo, exploramos las características centrales que definen al 1% de los líderes que verdaderamente ejemplifican esta forma de conducir a sus equipos, yendo más allá de lo básico.
Los líderes humildes comprenden sus fortalezas y limitaciones, reconocen que no saben todo y están dispuestos a escuchar y aprender de los demás. Esta cualidad promueve una cultura de retroalimentación continua y crecimiento.
Los líderes servidores, concepto popularizado por Robert Greenleaf, se identifican por su habilidad para priorizar el bienestar y el crecimiento de sus equipos. Esta característica crea una cultura de empoderamiento.
Los líderes responsables se caracterizan por la resiliencia y la adaptabilidad en tiempos de crisis o cambio. Están preparados para enfrentar desafíos inesperados con una mentalidad de aprendizaje y evolución. Esta capacidad otorga a las organizaciones una ventaja competitiva.
Aunque muchos asocian el liderazgo con el poder, los líderes verdaderamente humildes entienden que el poder debe usarse con sabiduría y en beneficio de los demás.
El 1% de los líderes que demuestran humildad, servicio y responsabilidad van más allá de las prácticas tradicionales de liderazgo.
Cultivan una autopercepción profunda, priorizan el desarrollo de los demás, lideran con resiliencia y adaptabilidad, y toman decisiones éticas, siempre comunicando con transparencia.
Este es el tipo de liderazgo que la Fundação Dom Cabral, escuela de negocios brasileña entre las 10 mejores del mundo, promueve hace más de 48 años entre gestores públicos y privados de todo el globo.