Elisa Ferreira Da Costa Perán
Lic. Administración UNA
Gerente general de Trust Family Office
En la actualidad nos encontramos en un mundo que enfrenta desafíos ambientales, de los que todos estamos conscientes. Por ello la Economía Verde y la Inversión de Impacto, son herramientas fundamentales pensando en un futuro sostenible, acciones que podríamos tomar nosotros como profesionales e inversores interesados y comprometidos con el medio ambiente.
En Paraguay, las actividades de Responsabilidad Social y Sustentabilidad aún están mayormente centradas en la filantropía y donaciones. Estas se registran como gastos que desaparecen al final del año y, en su mayoría, no pueden considerarse inversiones. Sin embargo, hay diversas opciones de inversión que están comenzando a generar un impacto significativo en nuestro país. Un buen ejemplo son los bonos de Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS). Paraguay es uno de los primeros países de la región en regular la incorporación de este tipo de instrumento, mediante la Resolución de la Comisión Nacional de Valores 35/23, Título 12, Capítulo 3. Estos bonos están destinados exclusivamente a financiar proyectos verdes, sociales o sostenibles.
La Economía Verde, definida por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) como “aquella que resulta en un mejor bienestar humano y equidad social, reduciendo significativamente los riesgos ambientales y las escaseces ecológicas”, propone un modelo económico en donde crea una armonía entre el desarrollo económico y la protección del medio ambiente. Y, por su parte, la Inversión de Impacto busca generar retornos financieros positivos al mismo tiempo que crea un impacto social y ambiental positivo. Este punto medio entre rentabilidad y responsabilidad social se ha convertido en un enfoque cada vez más atractivo para inversores que buscan alinear sus inversiones con sus valores.
La Economía Verde y la Inversión de Impacto se complementan y refuerzan mutuamente. La Economía Verde crea un marco propicio para la Inversión de Impacto al generar políticas públicas que incentivan la inversión en sectores sostenibles, como energías renovables, eficiencia energética, agricultura sostenible y gestión de residuos. A su vez, la Inversión de Impacto canaliza recursos hacia proyectos que impulsan la Economía Verde, financiando empresas que desarrollan tecnologías innovadoras, implementan prácticas sostenibles y promueven el desarrollo social responsable.
Otras opciones son los proyectos en sí de energía renovable, que son los paneles solares u otras fuentes de energía limpia para reducir la dependencia de combustible fósiles; también se encuentra la agricultura sostenible que consiste en prácticas agrícolas que protegen el suelo y reducen el uso de agroquímicos. Como también, se encuentran los Fideicomisos de Retención de Carbono, muy usual para las empresas, que utilizan esta opción como una forma de compensar las emisiones de gases de efecto invernadero mediante inversiones en proyectos de conservación forestal o reforestación.
La Economía Verde y la Inversión de Impacto representan un camino prometedor hacia un futuro sostenible. Paraguay, con su riqueza natural y potencial económico, tiene la oportunidad de convertirse en un referente en la implementación de estos modelos. Con las Inversiones de Impacto podríamos invertir, generar rentabilidad, y al mismo tiempo construir un Paraguay más verde para las presentes y futuras generaciones.