Elisa Ferreira Da Costa Perán
Lic. Administración UNA
Academia TFO
En el artículo anterior, analizamos la importancia de las calificaciones de riesgo y su impacto en las decisiones de inversión. Ahora, retomemos esta discusión para entender cómo estos conceptos se relacionan con los dos tipos de inversionistas definidos por la Comisión Nacional de Valores (CNV) en Paraguay. Esta distinción entre inversionistas calificados y no calificados es fundamental para proteger los intereses y la seguridad de aquellos que buscan invertir en los diversos instrumentos financieros disponibles en el mercado.
La CNV, como entidad reguladora, establece estas categorías con el objetivo de brindar una mayor protección a los inversionistas y asegurar que las decisiones financieras se tomen de manera informada y consciente. Esta diferenciación se basa en el nivel de conocimiento y experiencia que poseen los inversionistas, lo cual puede influir en los riesgos asociados con las inversiones que elijan realizar.
Los inversionistas calificados son aquellos que poseen un alto grado de conocimiento y experiencia en el mundo financiero. Al contar con esta experiencia, se espera que los inversionistas calificados tengan la capacidad de evaluar de manera más precisa las oportunidades de inversión y los riesgos involucrados. El Artículo Nº 3 del Título I del Reglamento General del Mercado de Valores, Resolución CNV CG Nº 35/2023, menciona quiénes califican como inversionistas calificados. Esto puede abarcar tanto a personas físicas como jurídicas que cumplan con requisitos específicos de patrimonio, activos o conocimiento del mercado, como mencionamos anteriormente.
Por otro lado, los inversionistas no calificados son aquellos que pueden tener un conocimiento limitado en cuestiones financieras. Esto podría incluir a personas que se aventuran por primera vez en el mundo de la inversión o que tienen una comprensión básica de los conceptos financieros.
La diferenciación entre estos inversionistas calificados y no calificados es fundamental para asegurar que los inversores estén adecuadamente informados sobre los riesgos y las posibles recompensas de sus decisiones. Por ello, la entidad reguladora del mercado de valores, se esfuerza por garantizar que los inversionistas no calificados no se vean inducidos por promesas de altos rendimientos sin comprender completamente los riesgos involucrados. En muchos casos, las inversiones que ofrecen tasas extremadamente altas pueden estar asociadas con un mayor nivel de riesgo, y es importante que los inversionistas sean conscientes de esto antes de comprometer sus fondos.
Por esto es necesario comprender que a los inversionistas no calificados solo se les permite invertir en instrumentos con riesgo de grado de inversión (AAA hasta BBB), mientras que los inversionistas calificados pueden acceder tanto a instrumentos de riesgo de grado de inversión como a especulativos (BB o inferior). Esta diferenciación tiene como objetivo proteger el capital de los inversionistas no calificados. Y las casas de Bolsas y Administradoras de Fondos, quienes están en contacto directo con los inversionistas, tienen la obligación de que estos parámetros se cumplan para salvaguardar los bienes del inversionista.