Con startups que educan, conectan, rompen barreras y despiertan conciencia, estos emprendedores no solo construyen negocios sino puentes hacia soluciones reales. Cada uno traza, a su manera, un nuevo mapa de lo posible, donde las ideas no se sueñan, se hacen, y cada paso deja huella en el porvenir.
Hay momentos en que una generación se pone de pie. No porque le toque, sino porque el mundo necesita otra forma de pensar, de hacer, de ser. En Paraguay, ese momento es ahora. Y quienes lo protagonizan no llegan con discursos vacíos ni con promesas prestadas. Llegan con ideas propias, con hambre de transformación y con la certeza de que el cambio real comienza desde adentro.
Cinco jóvenes emprendedores paraguayos fueron elegidos entre miles en todo el continente para formar parte del programa Young Leaders of the Americas Initiative (YLAI), la plataforma más importante de liderazgo y emprendimiento juvenil del continente, impulsada por el Departamento de Estado de EE.UU. Pero esta no es solo una historia de becas ni de méritos académicos. Es la historia de cómo el talento, cuando se encuentra con el propósito, puede encender una revolución silenciosa.
Son fundadores, creadores, visionarios. Tienen menos de 35 años, pero ya construyen soluciones que impactan la vida de cientos -y pronto, de miles-. Vienen de distintos rincones del país, pero comparten algo esencial: el coraje de imaginar otro Paraguay. Uno donde innovar es sinónimo de servir, donde el liderazgo no es un título, sino una forma de caminar.
El código del acceso. Hay quienes nacen para resolver problemas. Alejandro Benjamín decidió resolver uno de los más grandes; el acceso al comercio digital. Con Joguapp, creó una plataforma que permite a cualquier emprendedor -sin saber una sola línea de código- lanzar su tienda online en minutos. “No todos tienen tiempo, plata o conocimientos para montar un e-commerce, pero todos deberían poder vender”, mencionó el cofundador de la plataforma.
Lo que comenzó como una idea para facilitar la vida a artesanos y microempresarios hoy se perfila como el próximo Shopify latinoamericano. Y Alejandro no le teme a la palabra “escalar”. Ser parte de YLAI, dijo, es como sentarse en una sala donde las ideas grandes no solo se escuchan: se ejecutan.
Un techo para el nuevo comienzo. Cuando Andrea Nagy fundó Jo’ari, no quería crear solo una app de alquiler compartido. Quería resolver un dilema existencial de su generación. Ella buscaba cómo encontrar un hogar accesible, habitable y seguro en medio del caos urbano. Su plataforma conecta personas que buscan alquilar un espacio, pero también reconstruye algo más profundo: la idea de comunidad.
Desde Jo’ari, Andrea Nagy rediseña el concepto de hogar para una generación que busca pertenecer.
“Compartir un techo también puede significar compartir sueños”, señaló Andrea, que hoy lidera un equipo comprometido con rediseñar el acceso a la vivienda en Paraguay. Su paso por YLAI será una ventana al mundo, pero también un espejo. Y es que ella quiere volver con respuestas que sirvan a los que están empezando desde cero.
Emociones que se encuentran con el dinero. Más Money no es una simple plataforma de educación financiera. Es una revolución silenciosa que comienza en el lugar más inesperado: el cerebro. Giselle Ramírez descubrió en las neurofinanzas una herramienta poderosa para romper con patrones culturales que llevan a decisiones económicas que nos sabotean.
La fundadora de Más Money, Giselle Ramírez, enseña a sanar la relación con el dinero desde el cerebro.
“En Latinoamérica no nos enseñan a manejar el dinero, nos enseñan a temerle”, afirmó. Por eso, su misión no es solo enseñar a ahorrar o invertir, sino cambiar la relación emocional que tenemos con el dinero. En YLAI, Giselle quiere nutrirse de expertos, pero sobre todo, compartir la fórmula que ya está transformando vidas. Su meta: que Más Money cruce fronteras y se convierta en una herramienta de salud financiera para toda la región.
El pasaporte a las oportunidades. Hay quienes abren puertas. Y hay quienes construyen pasillos enteros hacia el futuro. Willian Barrios es de los segundos. Su empresa, Go Live, es una agencia que conecta a jóvenes latinoamericanos con oportunidades de estudio, trabajo e intercambio en el exterior. Lo que comenzó con un viaje propio a EE.UU., se convirtió en un propósito: hacer que otros también vivan esa experiencia transformadora.
Con Go Live, Willian Barrios convierte sueños en pasaportes y oportunidades reales. Abre el mundo a los jóvenes, y los anima a volver para transformar.
Hoy, Go Live opera con la visión de hacer posible el acceso a experiencias internacionales. “No se trata de viajar, se trata de volver con otra mentalidad”, afirmó Willian. En YLAI, quiere explorar alianzas globales, mejorar la estructura de su empresa y seguir inspirando a miles de jóvenes a mirar más allá del horizonte.
Jugando en serio con el futuro. A los diez años, Osmar Quiñónez descubrió que aprender podía ser divertido. Hoy, con Piensa Latam, convirtió ese hallazgo en una misión continental. Su empresa se dedica a enseñar robótica, programación y pensamiento crítico a niños y adolescentes a través de experiencias gamificadas. Lo que otros ven como materias densas, él lo convierte en juego, en exploración, en descubrimiento.
A través de Piensa Latam, Osmar Quiñónez convirtió la robótica y la programación en un juego para cambiar la educación.
“El problema de la educación no es la falta de tecnología. Es la falta de emoción”, afirmó Osmar. Su paso por YLAI no es solo para crecer como emprendedor, sino para diseñar el futuro de la educación en América Latina. Uno donde los niños no memoricen, sino que comprendan. No repitan, sino que imaginen. No teman, sino que creen.
Generación con propósito. Paraguay tiene en estos 5 jóvenes compatriotas una representación inmejorable. Son brillantes, sí, pero sobre todo, son valientes. Y en tiempos como estos, no hay cualidad más necesaria.
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