La inflación interanual en mayo fue de 3,58 % y por debajo de lo previsto gracias a la reducción de precios de frutihortícolas y combustibles. Aunque la subyacente fue estuvo por encima del rango meta, que sugiere una convergencia plena aún lenta.
Basa Forum compartió su informe Inflación de mayo y “yield curve management” en Paraguay, que estuvo marcado por la corrección de precios tanto de frutas y verduras, así como de combustibles. Así, el quinto mes arrojó una inflación interanual de 3,58 %, por debajo de lo previsto por el mercado.
Aunque la inflación subyacente (SAE) aún se mantiene en 4,41 %, más de un punto porcentual sobre el rango meta que sería de 3,5 %, por tercer mes consecutivo. Al respecto, el economista de Basa Forum, Wildo González, señaló que este comportamiento refleja que los shocks internos y externos no se habrían disipado completamente.
Wildo González, economista de Basa Capital. Foto: Gentileza
Por lo tanto, la convergencia plena al nuevo objetivo de 3,5 % aún tomará tiempo y podría implicar costos en actividad y empleo, advirtió el especialista.
En el plano internacional, persiste el riesgo de inflación importada debido a la guerra comercial, lo que presiona al alza los precios al productor y endurece las condiciones financieras globales.
Las expectativas de tasas de la FED también subieron, diluyendo las previsiones de recortes en economías emergentes y, en algunos casos, adelantando posibles alzas de tasa. Este entorno obliga al Banco Central del Paraguay (BCP) a enfrentar un dilema: el costo inflacionario interno sugiere subir la TPM, mientras que la desaceleración global y las condiciones financieras restrictivas invitan a considerar una reducción.
Para evitar un alza abrupta de la TPM, el BCP ha optado por incrementar gradualmente los rendimientos en las subastas de Letras de Regulación Monetaria (LRM) en plazos medios y largos, manteniendo el tramo corto a 50 pb sobre la TPM.
De esta manera se logra una gestión activa de la curva de rendimientos, señalizando al mercado local la senda de tasas adecuada ante los shocks externos. Si esta señalización logra que el mercado ajuste sus rendimientos, no será necesario modificar la TPM, explica Wildo.
De otro modo, no se descarta un alza de la tasa de política para alinear los precios de los activos con las condiciones financieras internacionales y proteger la convergencia de la inflación subyacente (SAE) hacia la meta.
Atendiendo la estacionalidad de los precios, la inflación de mayo a julio suele registrar incrementos mensuales muy bajos, e incluso puede presentar valores ligeramente negativos. Esto no significa una convergencia rápida hacia la nueva meta de inflación, sino que responde a su patrón estacional habitual.
Los periodos clave para evaluar si la inflación comienza a acercarse a la nueva meta serán el cuarto trimestre de 2025 y el primer trimestre de 2026, remarca el economista.
Por su parte, la inflación core, medida por el IPCSAE (que excluye alimentos, combustibles y tarifas), aumentó 0,30% m/m, un ritmo similar al observado el mes anterior.
Es así que la inflación interanual de 3,58 %, se podría entender que, por el momento, la inflación no representa un problema grave. Sin embargo, esto no implica la ausencia de riesgos o que el BCP haya logrado la convergencia.