Por Alba Delvalle
Es la actual gerente del Instituto de Biotecnología Agrícola, con amplia formación en semillas, fue quien desarrolló todo el esquema de producción y comercialización de las variedades Sojapar para su posterior expansión en la región y consolidación en Bolivia.
La ingeniera agrónoma, egresada de la facultad de Ciencias Agrarias de la UNA, y gerente general del Instituto de Biotecnología Agrícola (INBIO), Estela Ojeda, es una destacada profesional en temas relacionados a las semillas. Con 5 hijos y 3 nietas, cuenta con una maestría en Ciencia y Tecnología de semillas, y otra por terminar en propiedad intelectual y nuevas tecnologías.
Se inició en una empresa de mejoramiento de trigo y soja, trabajó en la Dirección de Semillas del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), en el Servicio Nacional de Calidad, Sanidad Vegetal y de Semillas (SENAVE), fue gerente de la Asociación de Productores de Semillas del Paraguay (APROSEMP). Así también gerenció la Asociación Paraguaya de Obtentores Vegetales (PARPOV) y desde el 2017 en el Inbio.
Acumuló sus conocimientos realizando además varios cursos de posgrado en temas de semillas, derechos de propiedad intelectual en vegetales, biotecnología, ciencias ambientales y políticas públicas, sistemas de gestión. Entre sus principales aportes al agro, citó la reglamentación de la ley 385/94 de semillas y protección de cultivares.
Entre sus principales aportes al agro, se menciona la reglamentación de la ley 385/94 de semillas y protección de cultivares. Foto: Gentileza
Registro de variedades
Participó en la implementación de los registros de variedades protegidas y comerciales, de laboratorios de análisis, de productores y comerciantes de semillas, proceso de la liberación comercial de la soja RR1, la creación del sistema de evaluadores de variedades, así como la ley que crea el SENAVE y el acercamiento a agricultores de pequeña escala.
Desde la APROSEM, facilitó la formación de técnicos en semillas, la implementación de sistemas de gestión de calidad, ambiental y de salud, y seguridad ocupacional en empresas semilleras. Punto en el que resaltó que en su momento, fue el sector que más certificaciones en el país tuvo, también aportó al primer congreso paraguayo de semillas, a más de capacitar sobre derecho de obtentor.
Por otra parte, señaló la consolidación del trabajo con productores de la agricultura familiar y escuelas agrícolas través del Programa de agricultura sostenible, a través de las cuales enseñan con el lema de aprender haciendo, con experiencias muy positivas, destacó.
Estela impulsó la creación del Parque tecnológico de Inbio, Inbiotec, apuntando a convertir al centro en un referente en investigaciones agrícolas. Foto: Gentileza
Parque tecnológico
Especialmente desde el Inbio, colaboró en la consolidación de las variedades Sojapar en el mercado local y en Bolivia, a más de impulsar la creación del Parque tecnológico de Inbio, Inbiotec. Apuntando a convertir al centro en un referente en investigaciones agrícolas. Esto fue posible mediante la decisión del directorio del INBIO, de comprar una propiedad de 30 ha en Itapúa en el 2023, iniciándose la construcción en enero del 2025 con una proyección de concluirlo en 18 meses.
Las instalaciones contarán con oficinas, salas de reuniones, auditorio, comedor,  viviendas para el personal laboratorios, invernaderos, depósitos, cámara frías, este será un centro no solo para hacer investigación agrícola, mejoramiento vegetal, sino también hacer capacitaciones, ofrecer servicios, entre otros. Estela remarcó el trabajo de cerca con agricultores de pequeña escala y escuelas agrícolas, llevando a cambios de paradigma.
Asmimso, fue quien desarrolló todo el esquema de producción y comercialización de las variedades Sojapar, lo cual incluía un sistema de captura de valor, el único en Paraguay para variedades al que llaman SiCoSem. Fue también la propulsora en expandir las variedades Sojapar a Bolivia, Brasil, Uruguay, para quedarse consolidadas comercialmente en Bolivia, a más de inicioar el programa de mejoramiento de soja propio de Inbio desde el 2018, maíz en el 2023 y trigo en 2024.
Mujeres en el agro
Con relación al aporte de las mujeres en el sector agrícola, aseveró que están asumiendo más responsabilidades, aceptando mayores capacidades a más de las oportunidades que se están ampliando para asumir diversos roles dentro de la cadena agrícola. Estela considera que su mayor desafío fue cuidar la familia y superarse como profesional, enfrentando los desafíos con esfuerzo y mucha responsabilidad.
“Sentí en varias oportunidades la discriminación por ser mujer, duele, pero es una gran satisfacción cuando te dan la oportunidad para demostrar tu capacidad y te dicen ‘me equivoqué’, eso no tiene precio y me ocurrió”, enfatizó. Siempre pidió oportunidad, el resto lo hizo ella y de esa manera pudo superarse. “Hoy creo que están más fáciles las cosas”, aportó.