Víctor Pavón
(*) Presidente del Centro de Estudios Sociales (CES).
A diferencia de lo que algunos creen la mentira no es la característica en el mundo de los negocios. Las personas y empresas se relacionan mediante la verdad para producir, comercializar e intercambiar productos, servicios y conocimientos.
Si una persona o empresa dedicada a un negocio inicia sus actividades mintiendo a sus proveedores, pronto habrá mal relacionamiento entre ellos. No habrá confianza ni buen ambiente de trabajo.
El hombre o la mujer dedicada a hacer negocios debe decir la verdad porque al final y al cabo la mentira tiene un costo dañino desde donde no hay retorno para ser parte de los mercados.
Alguien que venda panes o frutas junto con la prestación de servicios de delivery está exigido a cumplir con lo que dice su publicidad. Si ofrece mal servicio o un producto defectuoso, su conducta será registrada por sus clientes y lo más probable es que no encuentre otras oportunidades, arrastrándose él mismo y a su negocio a quebrantos con menores ingresos y luego con su quiebra.
Por esta razón, los mercados libres y abiertos son lo mejor para todos. Caer bien a otra persona se logra con sinceridad y no con la mentira que, como se dice, tiene patas cortas. Los negocios basados en la verdad son la mejor campaña de marketing y publicidad.
Aun así, muchos creen que en el mundo de los negocios sobresalen la mentira y el fraude, donde solo interesa ganar dinero sin importar los medios. Esto no es cierto. En primer lugar, las leyes relacionadas a los negocios en general más bien castigan a los mentirosos y estafadores propensos al engaño. Por supuesto, si el tribunal correspondiente no pone a la ley como su referencia entonces ahí cambian las cosas, pero son los menos.
Si en un país se eleva la participación de la construcción, por ejemplo, entonces quiere decir que muchas personas están participando no solo con la producción de materiales, sino también en su distribución y transporte hasta llegar al comerciante dedicado a vender productos provenientes de diversos lugares. En toda secuencia de transacciones existen contratos, pagos en dinero y tarjeta, surgen nuevos oferentes a más bajos precios y calidad. Nada es estático, todo está en movimiento.
En segundo lugar, y continuando con aquello que muchos creen que la mentira y el fraude es la característica en los negocios, la realidad es que en el mundo de los empresarios hay gente buena y mala, están los mentirosos y los que hacen de la verdad una forma de vida y de hacer negocios Y éstos últimos son los más y los mejores porque con la verdad se practica la honestidad y desde aquí formamos la mejor imagen e igualmente conlleva a contar con tener una cartera de clientes. La verdad rinde, mediante ella los negocios rinden mejores resultados y abre nuevas oportunidades.