La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), de las Naciones Unidas, dio a conocer el balance preliminar de las principales economías de Latinoamérica y el Caribe, estimando que Paraguay cerraría el 2024 con un crecimiento del 4,2 %, mientras que para el 2025 se prevé una expansión del 3,9 %.
Cepal sobre Paraguay. Las estimaciones de la Cepal superan las proyecciones dadas a conocer por el Banco Central del Paraguay (BCP), que estimó un crecimiento de 4 % al término del corriente año. En tanto que para el 2025, la banca matriz estimó un crecimiento cercano al 3,8 %.
El nuevo reporte del organismo internacional incluso supera las previsiones que habían compartido anteriormente, atendiendo que se había determinado un crecimiento del 3,8 %, mientras que de cara al 2025 se había estimado un crecimiento cercano al 3,6 %.
Paraguay sería superado solo por Venezuela y República Dominicana, que al cierre del 2024 contarán con un crecimiento estimado en 6,2 % y 5,2 %, respectivamente. Para el 2025, Venezuela bajaría a 3,1 %, mientras que República Dominicana crecería en 4,6 %; Argentina registraría un repunte para el 2025, con un crecimiento de 4,3 %.
“Para enfrentar la trampa de baja capacidad para crecer se requiere, por una parte, aumentar la capacidad de las economías para movilizar recursos financieros de manera efectiva y, por otra, fortalecer la capacidad productiva a mediano y largo plazo”, expresó el Secretario Ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs, durante el informe.
ALC. En términos generales, a nivel de América Latina, la tasa de crecimiento proyectada para 2024 es de 2,2 % y de 2,4 % para 2025, con un crecimiento promedio anual en la década 2015-2024 de 1 %, lo que implica un estancamiento del Producto Interno Bruto (PIB) per cápita durante ese período.
En 2025 América del Sur crecería 2,6 %; Centroamérica 2,9 %; mientras que en el Caribe, sin incluir a Guyana, crecería 2,6 %. En este contexto, Cepal determinó que persisten el bajo ritmo de creación de empleo, la elevada informalidad y las significativas brechas de género en los mercados laborales de la región.