Víctor Pavón
(*) Presidente del Centro de Estudios Sociales (CES).
La política como una manera de organizar la sociedad se encuentra relacionada con la economía, entendida esta última como la acción humana para la cooperación social para la creación de más y mejores bienes y servicios. El marco jurídico institucional y su pleno respeto determinarán si la economía será fuerte o no y si la política terminará por convertirse en una actividad de apropiarse de lo ajeno.
La razón de tan importante logro para la academia luego de los estudios del profesor Douglas North está en poner en práctica las instituciones del Derecho, la Economía y la Política garantizando los derechos de propiedad privada y la seguridad. Si ocurriera esta situación el resultado será el progreso.
Si en una sociedad sus miembros acuerdan sobre la importancia vital del respeto a la propiedad y a la libertad (que no significa libertinaje) el resultado será que las personas tendrán incentivos por trabajar, ahorrar e invertir más. Aquí la palabra clave es precisamente instituciones.
Como una introducción al tema se puede decir que las instituciones son como reglas de juego que conforman un conjunto de reglas que inciden sobre las relaciones entre las personas o los grupos. Es por eso que cuando hablamos del “marco institucional” nos referimos a ciertos límites que marcan nuestras decisiones, restringiendo incluso las relaciones con los demás.
Las instituciones que, por cierto, no necesariamente están escritas, sino que también son el resultado de un consenso al que hemos llegado, porque así nos conviene a todos, finalmente facilitan nuestras interacciones y decisiones haciendo que nuestras expectativas puedan desarrollarse.
Para una mejor compresión de lo antedicho, la expresión “incertidumbre institucional” de la que nos habla Douglas North resulta esclarecedor. La incertidumbre institucional ocurre cuando aparecen riesgos descubiertos y asumidos por una persona o empresa privada. Son como costos que pueden darse o que ya existen, pero al final y al cabo desestimulan la formación del ahorro, la división del trabajo y la inversión. La falta de certeza, seguridad y confianza causan inquietud, vacilación. Por ejemplo, una decisión por invertir en 10 en una determinada actividad, negocio o emprendimiento terminará en 3.
Esto se traduce en pérdidas de oportunidades por la deseconomización enorme de recursos que no serán utilizados y que potencialmente podrían haberse creado. En suma, esa pérdida de oportunidades se da en los empleos, menores salarios de los trabajadores y ganancias empresariales.
De esto se trata no sólo la ciencia sino el arte de conjugar la política con la economía.