La visión de futuro está más clara que nunca: un Paraguay con una matriz energética diversificada, sostenible y capaz de enfrentar los desafíos globales del siglo XXI.
Con una visión clara y metas ambiciosas, Paraguay avanza hacia la diversificación de su matriz energética, la modernización de su marco normativo y la atracción de inversiones estratégicas. El viceministro de Minas y Energía, Mauricio Bejarano, celebró la implementación de la nueva Política Energética Nacional, que marcará la hoja de ruta hacia 2050.
“Este plan no solo define objetivos claros a largo plazo, sino también metas concretas para el corto plazo, respaldadas por datos científicos y escenarios prospectivos. Será el pilar del desarrollo energético del país, asegurando sostenibilidad y eficiencia”, destacó.
En el camino hacia las energías limpias, Paraguay avanzó con la reglamentación de la Ley de Fomento de Energías Renovables, que prepara su primera licitación internacional de 100 MW, y la promulgación de la ley para pequeñas centrales hidroeléctricas. Además, culminó la estrategia nacional de hidrógeno, posicionando al país como pionero en la región. Paralelamente, dos decretos sobre eficiencia energética prometen optimizar el consumo y fomentar la adopción de tecnologías más sostenibles.
El gasoducto bioceánico es el proyecto estrella que guiará los pasos en 2025. Con acuerdos avanzados con Argentina y Brasil, este gasoducto conectará la oferta y la demanda energética de la región.
“Este ambicioso proyecto no solo potenciará la integración energética, sino que también colocará a Paraguay como un actor clave en el panorama sudamericano”, puntualizó el viceministro.
Con una estrategia sólida y un compromiso firme, Paraguay está listo para consolidar su posición como líder energético y minero en la región. El 2025 será el año para demostrar que el país no solo cuenta con los recursos, sino también con la visión y determinación para brillar en el escenario global.