Vivimos en un constante vaivén de responsabilidades que nos exigen estar al 100% en todo momento. Sin embargo, parte de cuidar nuestra salud y bienestar va mucho más allá de la alimentación o el ejercicio convencional. Dominique Fragnaud, una de las pioneras del aeroyoga en Paraguay, nos explica en el programa Foco Talks que inevitablemente debemos cuidarnos para convertirnos en nuestra mejor versión.
El aeroyoga, una disciplina aún poco conocida en Paraguay, mezcla lo mejor del yoga tradicional, pilates y la danza, pero con un giro: todo se realiza en el aire, suspendido en un columpio de tela resistente. “El columpio te ayuda a llegar a posturas más profundas, facilitando el estiramiento del cuerpo y aliviando tensiones, especialmente en la columna, una zona clave para quienes pasamos muchas horas sentados frente a la computadora”, explica Dominique.
A menudo se malinterpreta como una actividad solo para quienes ya son flexibles o tienen experiencia en yoga, pero Dominique aclara que el aeroyoga es inclusivo: “No importa la edad ni el nivel físico, cualquiera puede practicarlo. Tenemos alumnos desde niños de 10 años hasta adultos mayores de más de 60 años”. Los beneficios, según ella, son inmediatos. Desde la primera clase, los practicantes sienten una mejora en su postura, la descompresión de las vértebras y una sensación de relajación que no solo se refleja en el cuerpo, sino también en la mente.
“Uno de los mayores logros del aeroyoga es su capacidad para enseñarte a respirar y controlar tus emociones”, señala Dominique. En un mundo lleno de prisas y ansiedad, la respiración se convierte en una herramienta poderosa para reducir el estrés. “Aprender a respirar correctamente es clave. A través de las posturas y la meditación, te vuelves más consciente de tu cuerpo y tus emociones, lo que te permite gestionar mejor situaciones de tensión o ansiedad”.
La clave del éxito, según la experta, está en el compromiso personal: “El aeroyoga te desafía física y mentalmente. El miedo a caerse es común al principio, pero con el tiempo, los alumnos se sienten más seguros y logran disfrutar de posturas como la ‘estrella’, donde cuelgan completamente de cabeza”, comenta entre risas, recordando los rostros sorprendidos de quienes se animan a probar por primera vez.
Lo que comenzó como una pasión personal para Dominique, hoy se ha convertido en un emprendimiento floreciente. Su academia, que inició con solo seis hamacas, hoy cuenta con 14 y un equipo de cinco profesores capacitados. “Al principio fue difícil. La gente no entendía bien de qué se trataba, pero el boca a boca fue clave. Una vez que lo prueban, se convencen. Especialmente aquellos que sufren de problemas de espalda, ya que los beneficios se sienten desde la primera clase”.
El aeroyoga no solo se trata de mejorar físicamente, sino de una transformación integral. “Es una herramienta increíble para reconectar contigo mismo, para desafiar tus límites y encontrar una paz interna que muchas veces se pierde en el día a día. Es parte de cuidarnos, y eso es fundamental para ser nuestra mejor versión”. Con esta reflexión, Dominique nos invita a todos a probar esta modalidad que no solo estira el cuerpo, sino también la mente y el alma.
Así que, si aún no lo has probado, quizás sea momento de sumarte a esta tendencia que combina bienestar físico y mental, y que, en palabras de Dominique, “es para todos”. ¡El primer paso para convertirnos en nuestra mejor versión empieza por cuidar de nosotros mismos! Seguiles en redes sociales como @yoga.domi