En el marco del 85º aniversario del Centro de Importadores del Paraguay (CIP), se presentó un Estudio de Costos y Sobrecostos a la Importación que pone de relieve los avances, pero también los desafíos que el país enfrenta en cuanto a la competitividad comercial. Iván Dumot, presidente del CIP, nos explicó los principales hallazgos del informe y las medidas propuestas para reducir los sobrecostos en la importación.
¿Cuáles son los principales avances que revela este estudio en relación con los sobrecostos identificados en 2014?
En los últimos diez años, hemos avanzado considerablemente en la eliminación de algunos de los sobrecostos que afectaban nuestras operaciones de importación. De los sobrecostos que identificamos en 2014, hemos logrado eliminar tres, lo que es un avance significativo, todos en el periodo de Santiago Peña. Sin embargo, a pesar de estos progresos, también encontramos que otros sobrecostos han aumentado, lo que sigue siendo una barrera para mejorar la competitividad de nuestras importaciones.
¿Qué factores considera que han influido en el aumento de estos sobrecostos en la última década?
Paraguay sigue enfrentando desafíos estructurales debido a su condición de país mediterráneo, lo que incrementa los costos logísticos. A esto se suman problemas burocráticos y algunas prácticas que ya han quedado obsoletas en instituciones clave como la ANNP (Administración Nacional de Navegación y Puertos), la DNIT (Dirección Nacional de Ingresos Tributarios) y el MIC (Ministerio de Industria y Comercio). Estos sobrecostos por ineficiencias operativas no han sido debidamente abordados en algunos casos, lo que impacta directamente en el costo final de los productos importados y por ende en el costo final para los consumidores.
¿Qué medidas están proponiendo desde el CIP para enfrentar estos desafíos y reducir los sobrecostos?
Lo primero es trabajar en la mejora de las facilidades logísticas para reducir los sobrecostos derivados de nuestra situación geográfica. También estamos impulsando la eliminación o simplificación de procesos burocráticos en las instituciones que mencioné anteriormente, ya que las demoras y las duplicaciones de datos generan altos costos innecesarios. Además, una de nuestras propuestas más importantes es la integración de sistemas entre los actores de la importación para que las intervenciones, seguimientos y pagos se puedan hacer en línea, lo que agilizaría enormemente los procesos y reduciría los márgenes de error.
¿Qué impacto tendría la eliminación del cobro por intervenciones municipales, otra de las recomendaciones del estudio?
El cobro de intervenciones municipales no tiene una justificación sólida, ya que no se presta un servicio real a cambio. Su eliminación representaría una reducción de costos considerable para los importadores y contribuiría a simplificar los trámites. Esta es una de las demandas que estamos haciendo para mejorar la competitividad de nuestras operaciones.
¿Qué papel juega la cooperación entre el sector público y privado para superar estos obstáculos?
La cooperación público-privada es fundamental. Sin una colaboración efectiva entre el gobierno y los importadores, será muy difícil lograr avances sostenibles. Mejorar la competitividad comercial requiere esfuerzos conjuntos para eliminar las trabas que nos están frenando, tanto logísticas como burocráticas. Si trabajamos de manera coordinada, estoy seguro de que podremos reducir estos sobrecostos y hacer que Paraguay sea un país más atractivo para el comercio internacional y que podamos aprovechar el Grado e Inversión que ahora tenemos como carta a favor.
En la última reunión que tuvimos con las diversas autoridades nacionales notamos una apertura muy optimista, incluso equipos como el de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil, DINAC, ya presentaron planos en los que vienen trabajando y creo que para el final de este año ya veremos algunos resultados.
¿Cuál es su visión a futuro respecto a la competitividad de Paraguay en el comercio exterior?
Soy optimista, pero también realista. Tenemos muchos desafíos por delante, pero creo que, si implementamos las medidas propuestas, Paraguay tiene un gran potencial para mejorar su competitividad en el comercio exterior. Nos encontramos en un punto crucial donde los cambios que hagamos ahora determinarán el crecimiento futuro del país. Es una tarea que requiere compromiso y cooperación, pero los beneficios serán indudables para toda la economía paraguaya.
Con las propuestas del CIP sobre la mesa, queda claro que la competitividad de Paraguay en el comercio internacional depende de eliminar sobrecostos y optimizar los procesos de importación. Como señala Dumond, el desafío es grande, pero con la colaboración adecuada entre el sector público y privado, los avances están al alcance.