15/09/2024 02:06
Paraguay apunta hacia la modernización de su reforma laboral
El presidente Santiago Peña señaló que se presentará un proyecto de ley para modificar el Código Laboral nacional, acto que ha generado un intenso debate en el sector empresarial y laboral del país. La promesa de crear 500.000 nuevos empleos durante su mandato es ambiciosa, y para alcanzarla, Peña ha destacado la necesidad de realizar cambios profundos en el marco jurídico que regula las relaciones laborales.
El Código Laboral vigente en Paraguay, con principios heredados de épocas pasadas, ha sido objeto de críticas por considerarse obsoleto y contraproducente para la realidad laboral actual. Según Peña, es necesario “hacer ajustes profundos” para evitar situaciones como los despidos que ocurren debido al temor de los obstáculos a llegar al umbral de los 10 años, una referencia a la indemnización laboral por antigüedad que muchos empresarios consideran excesiva. “Si queremos alcanzar esos 500.000 empleos, debemos cambiar el marco legal”, afirmó el presidente.
Para comprender el alcance de esta reforma, conversamos con el abogado laborista Javier Llano, quien considera que la revisión del Código Laboral es una deuda pendiente no solo en Paraguay, sino en gran parte de América Latina. Según Llano, el marco actual “se remonta a principios de la Revolución Industrial”, cuando el sector industrial era percibido como despiadado y explotador, y se buscaba proteger al trabajador con principios como el “in dubio pro operario” (en caso de duda, a favor del trabajador).
Si bien este principio ha sido un baluarte de protección para los trabajadores, Llano asegura que su aplicación en la práctica ha sido errática, fomentando la inseguridad jurídica y, en algunos casos, la extorsión. “Hoy en día, el código laboral perjudica tanto al empleador como al empleado”, dice Llano, argumentando que un sistema jurídico justo y eficiente debería garantizar la seguridad para ambas partes, y no enfrentar a empresarios y trabajadores en un conflicto perpetuo.
Una de las críticas más fuertes se da hacia los “criterios populistas” que han enfrentado innecesariamente durante décadas a los sectores empresariales y laborales. “Esto ha tenido consecuencias catastróficas para la economía”, advierte el experto. La informalidad, la extorsión y la corrupción son algunos de los efectos colaterales de un sistema jurídico laboral que, en lugar de fomentar la productividad y el crecimiento, penaliza tanto a empresarios como a trabajadores.
Llano menciona ejemplos concretos de cómo este sistema ha sido utilizado en detrimento de empresas legítimas, mencionando casos en los que empleados han utilizado malas prácticas para obtener sentencias favorables por despidos injustificados, lo que ha llevado a empresas a enfrentar embargos y perder activos, poniendo en riesgo cientos de puestos de trabajo. “Esto no solo afecta a la empresa, sino a los empleados honestos que se quedan sin empleo por estas prácticas corruptas”, sostiene.
La reforma: Un imperativo para el crecimiento
El presidente Peña ha dejado claro que una reforma del Código Laboral no solo se enfocará en el aumento de empleos, sino en la creación de un marco que permita un equilibrio justo entre empresarios y empleados. “Debemos trabajar juntos para crear instituciones serias e incorruptibles”, afirmó Peña, destacando la importancia de la seguridad jurídica como base para atraer inversiones y fortalecer la economía nacional.
La iniciativa, que será presentada ante el Congreso Nacional en los próximos días, ya está siendo discutida por un equipo jurídico especializado que tiene la tarea de revisar las leyes laborales existentes y proponer los cambios necesarios. El presidente también aseguró que se abrirán espacios de diálogo con sindicatos y gremios laborales para explicarles por qué serán los principales beneficiarios de estas reformas.
Llano, por su parte, coincide en que la seguridad jurídica es fundamental para el progreso del país. “Sin seguridad jurídica, no hay estabilidad, y sin estabilidad, no hay progreso”, afirma con vehemencia, destacando que el actual Código Laboral no solo perjudica a los empresarios, sino también a los trabajadores honestos que buscan estabilidad y crecimiento en sus empleos.
Pero para que esta reforma tenga éxito, Llano insiste en que no solo debe cambiarse la legislación, sino también la conciencia de la sociedad. “Debemos enfocarnos en la transparencia, la ética y los buenos valores. Estamos todos en el mismo barco. Si no hacemos estos cambios, seguiremos viviendo el ‘pan para hoy, hambre para mañana”, finalizó.
La reforma del Código Laboral se presenta no solo como una oportunidad para generar empleo, sino como una vía para modernizar el sistema económico del país, mejorar la competitividad y, sobre todo, garantizar una mayor equidad en las relaciones laborales.
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