Encontrar un lugar que combine excelencia, innovación y un ambiente acogedor puede ser un verdadero desafío. Sin embargo, La Divina Beauty ha logrado destacarse no solo como un refugio de bienestar y estética, sino también como un ejemplo de emprendimiento exitoso. Fundada por Camila Pino y Lisa Ramírez, este salón de belleza ha sabido evolucionar desde sus humildes comienzos en 2021 hasta convertirse en un referente para muchas mujeres que buscan un espacio donde cuidar de sí mismas.
La historia de La Divina Beauty es, en esencia, la historia de dos mujeres que se negaron a rendirse frente a las dificultades. En febrero de 2021, en plena pandemia, Camila y Lisa se enfrentaron a una realidad que afectó a millones de personas en todo el mundo: la falta de empleo. La necesidad de generar ingresos en un entorno tan incierto fue el catalizador que las llevó a hacer realidad un sueño largamente acariciado: tener su propio salón de belleza.
“Siempre habíamos soñado con tener un local de belleza, pero la pandemia fue el impulso definitivo,” comenta Camila. Con una inversión inicial de G. 15 millones, abrieron sus puertas. Lo que comenzó como una solución a un problema coyuntural rápidamente se convirtió en un proyecto de vida, impulsado por la pasión y la determinación de sus fundadoras.
Desde sus inicios, La Divina Beauty ha buscado ofrecer una experiencia integral que va más allá de un simple servicio de estética. La propuesta de valor de este emprendimiento radica en la combinación de técnicas de vanguardia con un enfoque personalizado, adaptado a las necesidades específicas de cada cliente.
Los servicios que ofrece son tan variados como especializados: desde un relajante spa de manos y pies que incluye tratamientos como esculpidas, kapping y pedicura, hasta el refinado diseño y depilación de cejas. El salón también cuenta con expertos en extensiones de pestañas pelo a pelo y lifting de pestañas, así como un servicio de peluquería express que asegura resultados rápidos y de calidad. Para quienes buscan un momento de relajación total, los masajes corporales y la limpieza facial se han convertido en favoritos entre la clientela.
Además, La Divina Beauty ha introducido el hidragloss, una innovadora técnica de hidratación de labios que está marcando tendencia en el mundo de la estética. Con precios que van desde los G. 40.000 hasta los G. 250.000, la firma se posiciona como un salón accesible que no sacrifica calidad, una ecuación difícil de lograr en un sector tan competitivo.
Detrás del éxito
El éxito de La Divina Beauty no sería posible sin el compromiso y la habilidad del equipo que Camila y Lisa han logrado reunir. Actualmente, el salón cuenta con cuatro profesionales que comparten la misma pasión por la estética y el bienestar. Cada miembro del equipo ha sido cuidadosamente seleccionado por su talento y su capacidad para ofrecer una atención al cliente de primer nivel.
Sin embargo, encontrar personal calificado ha sido uno de los mayores desafíos para las fundadoras. “Es difícil encontrar personas aptas para realizar los servicios al nivel que exigimos,” explica Lisa. En un mercado donde la competencia es feroz, y muchos locales optan por reducir costos a expensas de la calidad y la higiene, La Divina Beauty ha decidido mantenerse firme en su compromiso con la excelencia. “Competir con locales que ofrecen precios menores pero no cuentan con la calidad necesaria es un reto constante, pero es algo en lo que no estamos dispuestas a ceder,” añade Camila.
La visión a largo plazo es ambiciosa y está centrada en el crecimiento sostenible. Camila y Lisa no solo aspiran a ampliar su oferta de servicios, sino también a crear más oportunidades de empleo, especialmente para mujeres que desean ingresar al mundo de la estética. “Queremos seguir creando fuentes de trabajo y ofrecer una atención cada vez más personalizada,” señala Lisa. La idea es que cada cliente que visite el salón sienta que está en un espacio diseñado exclusivamente para ella, donde puede desconectarse y disfrutar de un momento consigo misma.
Además, las fundadoras tienen planes de hacer de La Divina Beauty un espacio inclusivo, donde mujeres de todas las edades y orígenes puedan sentirse bienvenidas y atendidas. “Nuestra meta es llegar a más mujeres, sin importar sus circunstancias,” comenta Camila.
Para Camila y Lisa, emprender no ha sido un camino fácil, pero sí uno lleno de lecciones valiosas. A lo largo de estos años, han aprendido que la perseverancia y la capacidad de adaptación son claves para superar los desafíos que inevitablemente surgen. “Es súper importante que antes de lanzarse se defina bien el tipo de negocio que les gustaría emprender, y que marquen la diferencia con su estilo propio,” reflexiona Lisa. En un mercado tan saturado, la originalidad y la capacidad de ofrecer algo único son factores determinantes para el éxito.
Camila agrega una reflexión final: “Emprender es una carrera de resistencia. Lo más importante es saber qué quieren nuestros clientes y apuntar a una excelente atención. Y lo más importante, nunca perder la fe”, acotó.
La Divina Beauty se ha convertido en un santuario para muchas mujeres que buscan un espacio donde puedan desconectar de la rutina diaria y reconectarse con su belleza interior y exterior. Ubicado en un punto estratégico, el salón recibe a sus clientas de lunes a sábado, ofreciendo horarios flexibles que se adaptan a las necesidades de una clientela variada. El salón abre sus puertas los lunes de 14:00 a 19:00 y de martes a sábado de 10:00 a 19:00, asegurando que cada mujer tenga la oportunidad de disfrutar de un momento para sí misma.
La Divina Beauty también está presente en las redes sociales, en Instagram (@ladivinapy) y Facebook (La Divina Beauty), aquí Camila y Lisa comparten consejos de belleza, promociones exclusivas y un vistazo detrás de cámaras de lo que sucede en su salón.