Chiara Capdevila
Empresaria
En el artículo del mes pasado, mencionaba la importancia de un equipo motivado, creativo y comprometido como clave para alcanzar grandes éxitos. Hoy, quiero profundizar en esta idea desde una perspectiva estratégica y emocional, y cómo en nuestras organizaciones debemos priorizar el bienestar colectivo para asegurar el éxito a largo plazo.
Con mi equipo leímos el libro “Cómo ser un líder” de Daniel Goleman. El autor hace énfasis en que aprendamos que el liderazgo efectivo no se trata únicamente de habilidades técnicas o una visión clara, sino de la capacidad de conectar emocionalmente con las personas. Según Goleman, un líder que comprende sus propias emociones y las de su equipo está mejor preparado para guiar, inspirar y gestionar cambios en el entorno corporativo.
Dentro de nuestras organizaciones, estamos en constante búsqueda de maneras de fortalecer el compromiso de nuestros equipos. Esta búsqueda nos llevó a desarrollar iniciativas como el Club de lectura, el equipo de coaching, el grupo de corredores y los programas de mentoría. Estas actividades no solo son una forma de interacción fuera del entorno laboral tradicional, sino que también contribuyen a crear un espacio donde el compromiso, el sentido de pertenencia y el bienestar son prioridad.
Estas iniciativas generan beneficios tangibles e intangibles. Siento que contribuyen a la construcción de relaciones más sólidas dentro del equipo y proporcionan a los colaboradores herramientas para su desarrollo personal y profesional. Un equipo que se siente respaldado y parte de una comunidad está más dispuesto a colaborar, innovar y asumir retos con entusiasmo.
El bienestar no es un concepto abstracto ni un lujo en el entorno empresarial; es una necesidad estratégica. Las actividades que estamos implementando motivan a los colaboradores y fortalecen la cultura organizacional. Estas iniciativas mejoran la salud física y mental, lo que ayuda a una mayor productividad y un menor índice de rotación.
La conexión entre bienestar y rendimiento es clara, y cuando los líderes priorizan el bienestar emocional del equipo se fomenta un ambiente de trabajo más positivo y colaborativo. Esto permite a los colaboradores sentirse valorados y apoyados, esto hace que impulse su desempeño y compromiso con la empresa.