El mercado inmobiliario en Paraguay está atravesando una fase de crecimiento acelerado, caracterizado por una creciente demanda tanto de inversionistas locales como extranjeros. Este fenómeno, especialmente evidente en ciudades como Asunción y Luque, refleja una transformación estructural en el país, donde la clase media en expansión, la afluencia de inversión extranjera y el desarrollo de infraestructura pública juegan un papel fundamental.
Florencia Gismondi, agente inmobiliaria de Century Wilson-Chihan, atribuye este crecimiento a la evolución de la clase media, que ha aumentado la demanda de viviendas en zonas urbanas estratégicas. Las familias paraguayas, impulsadas por la necesidad de estar cerca de sus lugares de trabajo y otros servicios esenciales, están buscando hogares en áreas metropolitanas. Sin embargo, la dificultad para acceder a créditos hipotecarios con tasas accesibles limita las opciones de muchos, que optan por el alquiler en lugar de la compra.
Paralelamente, la inversión extranjera está impulsando el desarrollo de propiedades de menor tamaño, como lofts y departamentos pequeños. Esta tendencia, aunque aún en adaptación dentro del mercado local, plantea desafíos y oportunidades. La necesidad de acostumbrarse a espacios más reducidos podría requerir un ajuste en las expectativas de los compradores paraguayos o, alternativamente, que los desarrolladores encuentren un equilibrio entre costo y beneficio.
Florencia Gismondi, agente inmobiliaria.
Asunción se destaca como el epicentro del crecimiento, con una notable expansión en los barrios ubicados en el eje corporativo y financiero. Invertir en oficinas corporativas, particularmente en áreas como Shopping del Sol y Paseo La Galería, se presenta como una oportunidad atractiva debido a la alta demanda y la limitada oferta. Luque, como parte integral del Gran Asunción, también está experimentando un auge en la construcción, con una demanda creciente tanto de inversores como de compradores finales que buscan propiedades dentro de un rango presupuestario moderado.
Más allá de la capital, Ciudad del Este está emergiendo como un centro para desarrollos comerciales y mixtos, con un interés creciente en proyectos en altura y barrios cerrados. Este auge refleja una visión de futuro que combina inversión y urbanización en una de las ciudades más dinámicas del país. Encarnación, por su parte, atrae a inversores interesados en desarrollos turísticos y residenciales, con una demanda significativa de argentinos en busca de propiedades de alquiler temporal. Finalmente, Concepción, aunque más pequeña, muestra un potencial significativo, especialmente con la llegada de proyectos industriales como Paracel, que anticipan un aumento en la demanda de viviendas para trabajadores.
Frente a este escenario, Gismondi subraya la importancia de una estrategia bien planificada. Asesorarse legalmente, diversificar las inversiones y seleccionar ubicaciones estratégicas son aspectos cruciales para maximizar el retorno de la inversión. Además, realizar un análisis exhaustivo del mercado, comprendiendo las tendencias y evaluando las características que hacen atractiva una propiedad, es esencial para tomar decisiones informadas en un mercado en constante evolución.