La navegabilidad del río Paraná está en riesgo debido a un persistente déficit hidroclimatológico. Este desafío recurrente pone en jaque el sistema fluvial. Cada año, durante las temporadas de importantes bajadas del río, la posibilidad de realizar trabajos de dragado se vuelve una necesidad para mantener operativas las rutas fluviales. Esta semana, miembros de la Comisión Mixta del Paraná (COMIP) se reunieron en un esfuerzo por abordar esta crítica situación y planificar acciones que aseguren la continuidad del transporte fluvial.
Durante la primera sesión, se evaluaron en detalle las condiciones hidrometeorológicas actuales y los pronósticos climáticos, destacando su impacto en la navegabilidad de los ríos Paraguay y Paraná. Esta evaluación es crucial, dado que el río Paraná, desde Ituzaingó hasta su confluencia con el río Paraguay, ha mostrado niveles críticos de bajada que obstaculizan el tránsito de convoyes y barcazas, vitales para el comercio exterior de Paraguay. La coordinación con países ribereños fue otro punto central de la discusión, reconociendo que la solución a este problema requiere un esfuerzo conjunto regional.
Las intervenciones previstas incluyen trabajos de dragado en pasos críticos del río, una medida esencial para asegurar la profundidad necesaria para la navegación segura de embarcaciones. La operativa portuaria también fue un tema central, ya que optimizar la logística portuaria puede mitigar algunos de los desafíos presentados por la bajada del río. La seguridad y la coordinación logística y técnica son componentes cruciales de esta estrategia, y se enfatizó la necesidad de mejorar los procedimientos actuales para garantizar la eficiencia y seguridad del transporte fluvial.
El segundo día del encuentro incluyó una visita técnica a enclaves estratégicos para observar de primera mano la operativa portuaria y la movilización de convoyes y barcazas. Esta visita permitió a los participantes evaluar las condiciones actuales y las necesidades de mejora en los procedimientos. Además, se realizó un ejercicio de coordinación técnica del esclusado, visitando las esclusas de navegación y simulando escenarios para evaluar y proponer mejoras en los procedimientos. Esta simulación es vital para garantizar que, en situaciones de emergencia, las esclusas de navegación puedan operar de manera eficiente y segura, minimizando las interrupciones en el tránsito fluvial.
El director de la Dirección Nacional de Marina Mercante, Abog. Patricio Ortega, anunció la convocatoria de una nueva reunión para el 11 de julio, con el objetivo de acelerar el paso de la esclusa de navegación de Yacyretá y apoyar una declaración de emergencia hidrológica en el Congreso Nacional. Esta declaración es fundamental para movilizar los recursos y la atención necesarios para abordar la crisis de navegabilidad que enfrenta Paraguay. Con estas decisiones, se busca mejorar la gestión de la navegación fluvial a través de una combinación de trabajos de dragado en pasos críticos y la optimización de la logística portuaria.
El déficit hidroclimatológico que afecta al río Paraná es un desafío complejo que requiere una respuesta multifacética. Además de los trabajos de dragado y la optimización de la logística portuaria, es necesario considerar soluciones a largo plazo que aborden las causas subyacentes del problema. Esto podría incluir la gestión integrada de los recursos hídricos, el monitoreo continuo de las condiciones hidrometeorológicas y la implementación de políticas que promuevan la sostenibilidad ambiental y la resiliencia climática.
La coordinación con países ribereños es un componente esencial de cualquier estrategia exitosa. Dado que el río Paraná atraviesa varias naciones, la gestión de sus recursos hídricos requiere una colaboración transfronteriza. Los países ribereños deben trabajar juntos para desarrollar y implementar políticas que aseguren la navegabilidad del río, incluso en condiciones adversas.
La participación de actores clave del sector logístico y naviero en el reciente encuentro de la COMIP subraya la importancia de un enfoque inclusivo. La colaboración entre el sector público y privado es crucial para desarrollar soluciones efectivas y sostenibles. Los armadores fluviales, las terminales portuarias y otros actores del sector tienen un conocimiento profundo de los desafíos operativos y pueden aportar ideas valiosas para mejorar la eficiencia y la seguridad del transporte fluvial.