Sofía Valentina Islas Gómez, de 18 años, recibió la noticia que cambiaría su vida para siempre. Después de meses de arduo trabajo, sacrificio y un esfuerzo, la joven paraguaya fue aceptada en varias de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos. Entre estas, ella eligió a la Universidad de Stanford para correr hacia un futuro prometedor en el campo de Ciencias de la Computación.
Sofía no es una joven común y corriente. Desde muy pequeña, mostró una pasión y un talento excepcionales por las matemáticas. A los nueve años, se unió a la Olimpiada Nacional de Matemáticas de Paraguay, organizada por la Organización Multidisciplinaria de Apoyo a Profesores y Alumnos (Omapa). Durante casi una década, su dedicación y habilidad le valieron varias medallas de plata, bronce y oro. Estos logros no solo demostraban su destreza matemática, sino también su capacidad para enfrentar desafíos y superarlos con éxito.
El año 2022 marcó un hito en la vida de Sofía, cuando a los 16 años, se convirtió en la primera paraguaya en ganar el prestigioso premio global Rise for the World, un proyecto dedicado a apoyar a jóvenes talentosos en todo el planeta. Este reconocimiento internacional no solo destacó su talento, sino también su compromiso con causas globales, permitiéndole conectarse con otros jóvenes visionarios y líderes emergentes de diversas partes del mundo.
La historia de la joven prodigio es también una historia de liderazgo e innovación, ya que como miembro del programa Jóvenes Talentos de Omapa, fundó “The Fourteen Project”, una iniciativa centrada en la ciberseguridad y la educación. Este proyecto, que surgió de su interés por proteger a las personas en el ciberespacio y educarlas sobre los peligros y las mejores prácticas de seguridad digital, se convirtió en un pilar fundamental de su camino hacia la excelencia.
Además, Sofía cofundó (Girls)ˣ, una iniciativa que busca promover la participación femenina en STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). A través de talleres, conferencias y programas de mentoría, ha inspirado a muchas jóvenes a seguir carreras en campos tradicionalmente dominados por hombres, abriendo puertas y rompiendo barreras para futuras generaciones.
En febrero del pasado año, Sofía participó como jurado en la competencia de First Lego League Paraguay. “Aparte de disfrutar de una experiencia inolvidable, gracias a #FIRST, aprendí a vivir la robótica desde la perspectiva de la cooperación, trabajo en equipo, innovación y diversión”, comentó. Esta experiencia no solo le permitió ver el talento y la creatividad de otros jóvenes, sino que también reforzó su amor por la robótica y la tecnología, campos en los que planea dejar una marca significativa.
Islas ganó numerosas medallas en la Olimpiada Nacional de Matemáticas desde que tenía 9 años. Foto: Omapa
Un proceso de aplicación exigente y transformador
Lograr ser aceptada en Stanford no fue tarea fácil. El proceso de aplicación a las universidades estadounidenses es notoriamente riguroso y desafiante, especialmente para estudiantes internacionales. Sofía tuvo que tomar pruebas como el Duolingo English Test y el SAT, además de escribir decenas de ensayos, enviar sus calificaciones escolares y solicitar cartas de recomendación de sus profesores.
“Muchas veces quise dejar el proceso, ya que era muy difícil sobrellevar mi último año del colegio junto a las exigencias de la aplicación a las universidades”, confesó Sofía. Sin embargo, con el apoyo incondicional de sus padres y compañeras, perseveró y finalmente logró su sueño. “Seguí con el proceso decidida a poder lograr el sueño de poder asistir a una de las mejores universidades en el mundo”.
Sofía Islas estudiará la carrera de Ciencias de la Computación en la famosa institución ubicada en Stanford (California), en Estados Unidos. Foto: EducationUSA Paraguay
Stanford no solo es una de las universidades más prestigiosas del mundo, sino que también es un epicentro de innovación y tecnología. “Elegí Stanford porque es nada más y nada menos que la cuna de la innovación, una universidad que formó a líderes en la tecnología que son modelos a seguir para mí”, explicó. La versatilidad y el talento de su comunidad estudiantil, junto con las inmensas oportunidades de pasantías en empresas tecnológicas de renombre, fueron factores decisivos en su elección.
El sueño de Sofía va más allá de su educación en Stanford. Su visión es crear herramientas innovadoras a través de la tecnología educativa (EdTech) para mejorar la situación educativa en Paraguay y otros países de América Latina. “Sé que el enfoque en emprendedurismo que tiene la carrera de Ciencias de la Computación en Stanford, junto a las inmensas oportunidades de pasantías en las empresas de tecnología más grandes del mundo, me colmarán de conocimiento para algún día poder aplicar lo aprendido y experimentado en nuestro país”.
La historia de Sofía es un testimonio de lo que puede lograrse con pasión, dedicación y apoyo. Desde sus primeros años destacando en competencias de matemáticas, hasta convertirse en una figura reconocida a nivel mundial y finalmente ser aceptada en la Universidad de Stanford, su recorrido es una fuente de inspiración para jóvenes de todo el mundo.
Con su talento y determinación, no cabe duda de que Sofía continuará brillando en cada paso de su camino, llevando consigo el orgullo de Paraguay y el potencial de transformar el mundo a través de la tecnología y la educación.