Sinthia Rodríguez
Consultora en transformación organizacional.
Durante los últimos años de mi vida profesional me ha tocado acompañar a varios emprendedores en sus ideas de negocio y siempre que inicio el proceso lo hago desde el sueño que tienen. De esa forma, trabajamos la estructura, creamos un plan de acción que incluye una exploración para comprender el motor que hace que funcione esa idea o que exista ese sueño a realizar.
Luego exploramos juntos por qué y para qué quieren construir el negocio. Qué es lo que les mueve para levantarse cada día y continuar, aún con las adversidades que se puedan presentar en el camino.
Las motivaciones para iniciar un negocio pueden ser muchas. Por eso, explorar para entender el propósito del emprendimiento es lo que va a sostener el proceso de la creación del negocio. Hoy día, cada vez hay más datos sobre microempresas, la fuerza que adquieren en la economía local, así como las oportunidades que pueden recibir a través de programas del Gobierno u organizaciones especializadas.
Si estás con una idea de negocio o ya lo iniciaste, te invito a conectar con aquello que te mueve para avanzar y lograr los objetivos que te traces. Podrías probar, teniendo un archivo digital o un cuaderno en el que anotes las razones por las que iniciaste el negocio. Algunas con las que me encuentro son:
1) Libertad financiera; 2) Éxito financiero; 3) Balance de la vida personal y profesional; 4) Realización profesional; 5) Independencia; 6) Autonomía; 7) Realización personal; 8) Aprendizaje constante; 9) Contribución a la sociedad.
Tomate unos minutos para revisar estos motivos. El desafío es que puedas darte el espacio de conectar, tal vez no tengas la respuesta al instante, sin embargo, esto mantiene vivo el fuego del emprendedor hasta su eureka y lo impulsa a armar su estrategia en el futuro.