En medio del creciente debate internacional sobre la viabilidad de reducir la semana laboral a solo cuatro días, surge la pregunta ¿Es factible implementar esta medida en nuestro país?, Enrique López Arce, experto en empleo, nos ofrece su perspectiva.
En una entrevista exclusiva, López Arce revela que varias compañías en Paraguay ya están incorporando beneficios de ese estilo, ofreciendo incentivos como días libres si los empleados alcanzan metas semanales. Algunas incluso permiten el trabajo desde casa los viernes.
Sin embargo, señala que la viabilidad de esta medida varía según la posición laboral, siendo menos aplicable en fábricas, a nivel agro o negocios de atención al cliente físico.
‘’Todo depende del tipo de trabajo que se realice. Conozco varias empresas que ya están implementando beneficios de este tipo, y los colaboradores trabajan más motivados, felices, a quién no le gusta pasar más tiempo con la familia o tener sus espacios de ocio, pero hacerlo una Ley no creo que sea viable,’’, comentó.
La tendencia de reducir la semana laboral a cuatro días ha ganado terreno en todo el mundo, con ejemplos notables como Bélgica, donde se ofrece a los trabajadores la opción de concentrar sus 40 horas en cuatro días. En España, la propuesta va más allá, buscando reducir la jornada laboral a 32 horas semanales, respaldada por el Gobierno para proyectos piloto en 200 empresas.
A pesar de la resistencia en algunos sectores, la experiencia internacional muestra beneficios notables, desde mejoras en la productividad hasta impactos positivos en la salud de los trabajadores y la igualdad de género en la distribución de responsabilidades familiares.
Islandia, pionera en esta iniciativa, ha demostrado que la reducción de la jornada laboral no solo no afecta la productividad, sino que mejora el equilibrio entre trabajo y vida. Con varios países, incluidos Nueva Zelanda, el Reino Unido y Estados Unidos, explorando esta transformación, el debate se extiende globalmente, y la evidencia sugiere que esta transformación no solo beneficia a los trabajadores, sino que también puede tener un impacto positivo en la economía y la calidad de vida.