A menudo estos conceptos son utilizados como sinónimo o confundidos sin saber que cada uno de ellos supone un rol diferente. La Mgter. Mabel Gauto Villasanti, contadora, mediadora y docente de la Universidad Iberoamericana, explica la importancia que tienen para el correcto funcionamiento de las organizaciones.
Una definición convencional, en base a la amplísima referencia bibliográfica que podemos encontrar sobre el tema, de lo que entendemos por líder podemos resumirlo como: La capacidad que tiene una persona para influir, motivar, organizar y dirigir las actividades laborales de un grupo para llegar a un objetivo.
Esta capacidad, según numerosos estudios realizados, comienza por una primera y fundamental premisa que es trabajar sobre la persona. Conocer las propias debilidades y fortalezas; mejorar la confianza en sí mismo; potenciar las capacidades de comunicación verbal y no verbal; saber escuchar y expresar claramente las ideas; manejar sentimientos y emociones entre otras.
La Mgter. Mabel Gauto Villasanti, contadora, mediadora y docente de la Universidad Iberoamericana, explicó que muchas veces los términos directivo, gerente y líder tienden a confundirse. Y es que los roles no son los mismos. “Un directivo gestiona y se ocupa de hacer cumplir la misión de la empresa y que todo el equipo obedezca, se mantenga dentro de las mismas reglas de juego para obtener los resultados esperados. El gerente, en cambio crea estructuras administrativas y corporativas necesarias para gestionar el quehacer de la actividad, servicio, producción a la que está abocada la empresa y generalmente está emocionalmente ajeno a esa actividad”, indicó.
Agregó que el líder es aquel que se compromete con la organización y es capaz de comprometer al equipo de trabajo, es creativo, puede predecir los cambios que se avecinan; se centra en la gente que forma parte del equipo; administra asertivamente los conflictos; acepta opiniones de su equipo; es confiable estableciendo objetivos y metas; ordenado y disciplinado para precisar las acciones, personas encargadas, recursos necesarios para llevar a cabo el plan trazado.
Existen diferentes tipos de liderazgos así como organizaciones. Estas independientemente de su tamaño necesitan de líderes acordes a los nuevos tiempos, a la cultura organizacional, que permita no solamente el aumento de la productividad o calidad de servicios y productos, sino que dar a la gente a quien dirige la motivación necesaria para proyectarse como personas, como profesionales integrando toda su vida personal y familiar.
En este sentido, Mabel indicó algunas conductas en las que no debe caer un buen líder: Permitir chismes, bromas, burlas o críticas indirectas dentro del equipo de trabajo; comportarse con aires de superioridad; ningunear a colaboradores cuando den sus puntos de vista, expongan sugerencias o planteen nuevas ideas; maltratarlos, humillarlos, desacreditar frente a los colegas; explotar, evitar el diálogo, buscar culpables cuando surgen los conflictos; desentenderse de los problemas humanos y de relacionamiento de los que están bajo su responsabilidad.
Sin dudas, hoy el desafío de ser un buen líder es mantenerse a la vanguardia con una capacitación continua del estudio de teorías, prácticas y estrategias sobre liderazgo. Dentro del Programa de Maestría en Administración y Gestión Pública de la Unibe que está acreditada con certificación de calidad por parte de la Aneaes, se abordan temas tales como “Habilidades Directivas”, “Liderazgo Estratégico” en los cuales se tratan los temas compartidos en este artículo.