Christian Kennedy
Director de London Import
A todos nos gusta una buena historia. Soy fan, creyente y practicante del storytelling como manera de comunicar algo apasionante, pero la realidad dura de los negocios son números.
Sí, los números al final del día no son el motivo para la vida de una empresa, pero los resultados son los que permiten a una organización mantenerse viva. El “billetera mata galán” del mundo de los negocios es “dato mata relato”.
La frase la escuché hace poco por primera vez, conversando con un participante del Global MBA de la Americana, sobre la importancia de medir las cosas que hacemos para saber si realmente estamos avanzando con lo planeado y si los números y métricas son lo que esperamos.
El manejo con datos muchas veces se enfrenta a obstáculos de personas cuyo miedo yace en creer que esa información solamente va a servir para exigirles más y demostrar sus falencias, cuando en realidad, son los datos bien procesados y analizados son los que nos van a guiar a entender la importancia real de lo que hacemos y, por ende, ayudarnos a mejorar.
¿Y qué mejor que sentir que lo que hacemos suma y aporta valor? Más allá de la resistencia natural que pueda existir en una organización a tener la mayor cantidad de datos útiles posibles recolectados para la toma de mejores decisiones, ya no es discutible su relevancia al momento de encaminarnos al éxito.
Cada organización, para “marcar la cancha”, debe reconocer, ya sea de manera implícita o explícita, su “por qué”, concepto que Simon Sinek ha popularizado. Yo añadiría, además, la importancia de determinar el “para qué”, enfocándonos en la visión de futuro. Con estas bases, establecemos los valores, pilares y áreas prioritarias de la empresa. Estos se traducen en OKRs (Objetivos y Resultados Claves) para cada proyecto, complementados con KPIs (Indicadores Claves de Performance), métricas específicas, responsables y fechas de entrega. Es esencial comprender que todo en una empresa se traduce en datos, ya sea en términos cuantitativos o cualitativos.
A tener en cuenta que, en un mundo de excesiva información disponible, curar el valor de la misma y la acción que tomaremos consecuentemente son determinantes.
Aspectos claves sobre datos empresariales:
  • Variedad: Pueden ser financieros, operacionales, comerciales, de recursos humanos y de mercado, entre otros.
  • Principios: Las decisiones basadas tomadas respecto a los datos deben alinearse con nuestros valores.
  • Credibilidad: Su fiabilidad está en la confiabilidad de su fuente, sean corporativas, grupales o individuales.
  • Transparencia: Una comunicación abierta y efectiva ayudan a alinear a la organización.
  • Objetividad: Los datos ofrecen una perspectiva imparcial, liberándonos de creencias o deseos subjetivos.
  • Automatización: La posibilidad de estandarizar y mejorar la información a través de la tecnología.
  • Retroalimentación: Funcionan como una revisión constante, permitiéndonos refinar o ajustar decisiones previas.
Con el avance de la IA, cada vez vamos a tener más datos procesados con mayor eficiencia. Sin embargo, el factor humano de criterios para el análisis de estos datos todavía no es reemplazable en muchos casos y es ahí donde nosotros debemos traer valor a la mesa.
“La objetividad implica ver las cosas como son, no como nos gustaría que fueran.” – Epicteto