Según un reciente informe publicado por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, se resalta que aproximadamente el 63% de los trabajadores en el país se encuentra empleado en el sector informal. Esta revelación plantea un desafío significativo para las empresas privadas formales y su papel en la reducción de la informalidad laboral.
La alta tasa de empleo informal representa diversas problemáticas tanto para los trabajadores como para el desarrollo económico y social del país. La informalidad laboral implica la falta de protección social, salarios dignos, acceso a beneficios y derechos laborales básicos, lo que crea una brecha significativa en términos de desigualdad y justicia social.
“Las empresas privadas formales, desempeñamos un rol fundamental en la generación de empleo de calidad y en la reducción de la informalidad laboral. Al operar dentro de un marco legal establecido, tenemos la capacidad de ofrecer condiciones laborales adecuadas, cumplir con las regulaciones, contribuir al fortalecimiento del mercado laboral formal e incluso ser un ejemplo para las informales”, explicó Gloria Ayala Person, Economista con énfasis en Educación Financiera.
Sin embargo, existen diversos desafíos que las empresas privadas enfrentan al intentar reducir la informalidad. Entre ellos se encuentran la competencia desleal por parte de los negocios informales, la falta de incentivos fiscales y la burocracia administrativa que puede dificultar su funcionamiento.
Ante esta situación, es fundamental que el gobierno y las empresas privadas trabajen en conjunto para abordar la informalidad laboral. Se requieren políticas y acciones coordinadas que promuevan la formalización de los trabajadores, brinden incentivos para las empresas formales y fomenten la creación de empleo de calidad.
Es importante destacar que la reducción de la informalidad laboral no solo beneficia a los trabajadores y a las empresas formales, sino que también contribuye al crecimiento económico sostenible del país, fortaleciendo la recaudación fiscal y mejorando la calidad de vida de la población en general.
Mediante una colaboración efectiva entre el gobierno y el sector privado, es posible implementar medidas que impulsen la formalización laboral y brinden oportunidades equitativas para todos los trabajadores del país.
“Queremos que las empresas sean sumamente rentables porque la rentabilidad de las empresas es como el oxígeno para nosotros, tenemos que respirar o si no nos morimos, pero nadie vive para respirar. El objetivo de la empresa no puede ser su rentabilidad. Queremos empresas sumamente rentables, pero queremos que sean social y medioambientalmente responsables y, por sobre todo, plenamente humanos”, destacó.
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