América Latina y el Caribe ha sido una de las regiones que se ha visto más duramente afectada por las crisis globales . En 2020, la economía se contrajo un 6,4 %, con pérdidas de empleo que afectaron al 8,3 % de la fuerza laboral. A pesar de los esfuerzos de los gobiernos para amortiguar los efectos negativos de la pandemia, excluyendo Brasil, alrededor de 19 millones de personas volvieron a caer en la pobreza, y 13,2 millones de personas abandonaron la clase media.
El reporte “De la infección a la inflación: las crisis globales afectan duramente a los hogares pobres en América Latina y el Caribe” hace un balance de los impactos de corto y largo plazo de estas crisis globales consecutivas. El reporte muestra que estos fenómenos han cambiado parcialmente el panorama de la pobreza en la región, debido a que han afectado de manera sucesiva a las áreas urbanas y a la clase media. Aquí se presentan cuatro tendencias clave para la acción política:
La recuperación educativa en 2021 fue insuficiente para recuperar las pérdidas y sanar las cicatrices duraderas dejadas por la pandemia. Sin programas cohesivos de recuperación del aprendizaje basados en la evidencia, existe un alto riesgo de que toda la generación que fue afectada por los cierres de escuelas durante la pandemia vea reducidos sus ingresos en un 12 % a lo largo de su ciclo de vida.
La inflación está afectando a los hogares. El contexto ha dificultado que las familias se adapten a un aumento promedio del 8.9 % en los precios de los alimentos y los combustibles después del comienzo del conflicto en Ucrania. La inflación adicional habría aumentado la incidencia de pobreza a $ 6.85 por día (2017 PPP) en 1.3 puntos porcentuales, lo que equivale a casi 7 millones más de personas pobres.
Hay un continuo deterioro en los estándares de vida de grupos vulnerables como las mujeres, los jóvenes y los trabajadores no calificados. La COVID-19 ha llevado a que muchos en estos grupos reduzcan su consumo de alimentos y de otros bienes esenciales, o a utilizar sus ahorros. En ambos casos, esto ha reducido su capacidad para responder a las tendencias inflacionarias provocadas por el conflicto en Ucrania. Para las mujeres, las responsabilidades adicionales de cuidado del hogar durante la pandemia también podrían conllevar a un deterioro prolongado de su participación en el mercado laboral.
El desempeño del mercado laboral tendrá un rol crucial en la capacidad de los hogares pobres de América Latina y el Caribe para recuperarse dada la limitada capacidad fiscal. Para las familias de bajos ingresos, los ingresos laborales representan, en promedio, alrededor del 84 % de sus ingresos totales; los cuales aún están por debajo de los niveles prepandemia en la mayoría de los países. Con una perspectiva de crecimiento débil prevista para 2023, se espera que se creen alrededor de 1.5 millones de empleos este año . Sin embargo, la calidad del empleo ha experimentado un deterioro desde el inicio de la pandemia que contrarresta los beneficios del aumento del empleo. Los aumentos salariales por debajo de la inflación afectan aún más a los ingresos laborales, los cuales se proyecta que permanezcan un 3 % por debajo de los niveles prepandemia.