Christian Kennedy
Director de London Import
Existen preconceptos incorrectos del estoicismo. Eliminémoslos. Esta filosofía erróneamente se asocia a una persona que sufre en silencio, que aguanta. “Aguanta como un estoico”, se suele decir. Sin embargo, esa percepción del estoicismo lo aleja de su signidicado real.
El estoico es consciente de sus emociones y es capaz de manejarlas. Nietzsche resumiría esta idea cómo Amor Fati: amar el destino, no sólo aceptarlo.
Cuando Zeno de Citium, un acauda lado comerciante pierde toda su fortuna al naufragar, se dice que decidió consultar con el oráculo de Delphi sobre qué hacer con su vida. La respuesta, que inicialmente lo confundió, fue: “Estudia a los muertos.”
Deambuló hasta llegar a una biblioteca, donde encontró escritos de filosofía, entre ellos el de los cínicos (pero no como los conocemos hoy), quienes ya hablaban de vivir de manera simple y acorde a la naturaleza (la naturaleza es mucho más amplia que los árboles y animales, ya que incluye, cosas de nuestra propia naturaleza humana y del cosmos). Le sumó conocimientos de otros filósofos. Decidió sumar a otros, pero desde la “stoa poikile” en Atenas, donde se juntaban a escucharlo y debatir. Buscaba una vida virtuosa con sabiduría. De allí que el lugar dio el nombre a quienes se juntaban ahí, los estoicos y a la filosofía, estoicismo.
Ahora, de una tragedia personal/ profesional, Zeno logró sentar puntos que, más de 2300 años después, siguen vigentes y nuevamente ganando adeptos en todo el mundo. Coraje, sabiduría, justicia y templanza, son las 4 virtudes principales de todos los que buscamos o aspiramos al estoicismo.
En mi caso, personalmente, el estoicismo me encontró unos años antes del 2020 y cuando en marzo 2020 la pandemia del Covid-19 nos dio vuelta el mundo, encontré donde sostenerme con el aprendizaje que llevaba, inconscientemente incorporado.
Aquí comparto 7 puntos del estoicismo que pueden ayudarnos en un mundo de cambios cada vez más vertiginosos.
1. Aceptar el cambio y la realidad. El estoicismo sienta una de sus piedras fundacionales en la dicotomía del control, lo que está bajo nuestro control (nuestros pensamientos, valores y acciones) vs. todo lo demás que no lo está (eventos externos, pensamientos, opiniones y acciones de terceros). Si nos focalizamos en lo que está bajo nuestro control, podemos encontrar paz interior y verdadera felicidad bajo esta aceptación.
2. Tomar decisiones racionales. Los principios básicos del estoicismo nos permiten no caer en acciones impulsivas que podrían venir de emociones temporales. Las emociones son válidas para mostrarnos que algo está sucediendo de manera interna o externa, y nos preparan para tomar una acción, que debe ser evaluada con más detalle y raciocinio sobre las realidades y nuestros juicios. El mundo empresarial hoy y cada vez más, es “data driven” o impulsado por datos.
3. La conexión del todo. Naturaleza. Compleja, sabía y la suma de todo. Por esto, como estoicos, debemos crear negocios en concordancia con la naturaleza y su sabiduría, en armonía con ella, con todos sus integrantes, respetando al medioambiente y la sociedad.
4. Crecimiento personal y mejora continua. Un líder empresarial estoico debe buscar constantemente ser una versión mejor de sí mismo, con autorreflexión y autodisciplina considerando su lugar y momento de vida.
5. El obstáculo es el camino. Los problemas no se acaban en la vida, y para esto, nuestra búsqueda debe ser de soluciones a todo lo que nos cae en el camino y que nos traigan mejores problemas en la vida. Resiliencia en búsqueda de algo mejor.
6. Ética. Con valores alineados con la ética, podemos desarrollarnos en confianza con nuestro equipo y con el mundo externo, mantener reputación y construir con solidez.
7. Humildad y servicio. Si sabemos que podemos aprender de todos y podemos ser de ayuda a otros, permite mejores relaciones y facilita el éxito de equipos de trabajo, sean internos o externos, colaboradores o clientes.
Estas aplicaciones prácticas del estoicismo para verdaderos líderes, nos dan mucha más solidez interna y externa, para un mundo en cambios vertiginosos, basados en valores antiguos y atemporales de coraje, sabiduría, justicia y templanza.
“Los estoicos nos enseñaron que las emociones destructivas no vienen de lo que nos pasa a nosotros, sino de nuestras opiniones de lo que nos pasa a nosotros. En la vida y en los negocios, las cosas salen mal. La clave del éxito no es buscar evitar estos obstáculos, si no cómo respondemos a ellos.” – Ryan Holiday.
Libro recomendado: El Estóico Diario de Ryan Holiday.