Edna Armendáriz
Representante del BID en Paraguay
Varios indicadores nos muestran que Paraguay tiene un importante potencial de desarrollo para dar un salto hacia el futuro. En menos de 20 años, el país ha dado un paso gigante: la pobreza total se ha reducido a casi la mitad y la pobreza extrema a más de la mitad. Esto no implica desconocer que, si bien la desigualdad ha disminuido, la pobreza es un problema que afecta en mayor medida a niñas, niños y adolescentes; quienes suman casi la mitad de los pobres y más de dos tercios de los pobres extremos.
Estos son solo algunos datos que se desprenden de “BIDeconomics – Panorama de oportunidades en Paraguay”, un importante material elaborado por el BID para identificar los tres principales temas que, entendemos, deberían estar en la conversación para que el país acelere los pasos para el desarrollo sobre un camino sólido pavimentado con datos y estadísticas que permitan dar claridad a las políticas públicas y acciones pertinentes que se deben tomar.
Estos tres puntos son: capital humano, dinamización de la economía y una gestión pública eficiente. Un capital humano potente. Una sociedad necesita vivir en bienestar para desatar su potencial y para ello es necesario desarrollar el capital humano. Para lograrlo, resulta fundamental mejorar el acceso y la calidad de la salud, la educación, el agua, el saneamiento, la vivienda y la movilidad, así como las políticas de protección y seguridad social, con especial énfasis en las poblaciones vulnerables.
Es claro que la fuerza laboral tiene más para aportar en la economía cuando sus condiciones de vida son mejores. Trabajando en esto y promoviendo la participación laboral de las mujeres se le puede sacar provecho al bono demográfico, es decir, a la población que hoy es mayoritariamente productiva frente a los grupos inactivos. Economía más dinámica
El aumento de la productividad, la conquista de mercados internacionales y la mejora de la infraestructura en términos de transporte y de energía son clave para dinamizar la economía a lo largo del territorio nacional. En todos estos frentes es importante prever los impactos de eventos meteorológicos extremos y anticiparse a ellos con medidas de adaptación y mitigación. Esta no es una cuestión arbitraria: se calcula que Paraguay, a nales de este siglo, podría perder cada año el 2% del PIB como consecuencia del aumento de las temperaturas y de sus potenciales efectos en la producción agrícola.
Gestión pública eficiente El tercer punto que abordamos en BIDe-conomics es la necesidad de una gestión pública eficiente con la premisa de que es vital para avanzar con los dos temas mencionados previamente. Las instituciones estatales, a nivel central y local, tienen la tarea de actuar con responsabilidad, transparencia y visión para movilizar recursos de manera estratégica y sostenible.
En ese sentido, una adecuada gestión fiscal es relevante para financiar el desarrollo. Desde el BID realizaremos en las próximas semanas una presentación de este análisis y un conversatorio especial en torno a él porque consideramos que estas tres oportunidades de desarrollo pueden darle un impulso potente a la prosperidad de los paraguayos. El país, en su pasado reciente, ha hecho méritos importantes para crecer y reducir la pobreza. Se necesitan de otros esfuerzos —estos que mencionamos aquí— para cambiar de marcha, acelerar de nuevo y seguir adelante.