Alejandro Núñez y su equipo se preparan para revolucionar con una nueva tecnología para el agro con la que el productor podrá prever con anticipación la presencia de las enfermedades en los cultivos.
Smart Soil es una startup que se dedica a la detección y monitoreo de enfermedades en cultivos liderada por Alejandro Núñez, máster en Ciencias de la Ingeniería y Administración y miembro del CEDIT.
Este proyecto inició hace un poco más de dos años, cuando lanzaron al mercado el servicio, y que según nuestro protagonista, hoy día ya tiene muy buena aceptación. “Las investigaciones nacieron de dos socios especializados en fitopatología, quienes presentaron un proyecto al Conacyt, buscando financiación para materializar la idea”, recordó Alejandro.
La startup brinda al productor un servicio personalizado, limitando la oferta actual porque sus técnicos deben llegar hasta el campo y recolectar muestras, pero esto está evolucionando ya que el equipo de profesionales se encuentra trabajando en un desarrollo tecnológico para automatizar los procesos que tienen comprobado que funcionan, así ayudan a más productores a detectar las enfermedades antes de que aparezcan los síntomas visibles.
La exportación ya es un hecho, aseguró el ingeniero y adelantó que aprovecharán la feria Innovar 2023 para realizar el lanzamiento de un nuevo servicio internacional, puesto que hasta ahora estaban proveyendo sus productos en Paraguay, pero pretenden llegar a los productores de cultivo intensivo de la región y Asia.
“En los últimos meses estuvimos trabajando en una tecnología nueva que nos permitirá enviar al productor de cualquier parte del mundo un laboratorio portátil y un sistema de recolección de muestras de la zona del cultivo para analizarlas”, relató y agregó que esta nueva línea de producto posibilita desarrollar nuevos algoritmos para detectar otras enfermedades.
Este año seguirán proporcionando predicción de roya en la soja, y lanzarán pruebas de identificación de la piricularia de arroz. El plan para el 2027 es poder manejar todas las enfermedades que puedan ser transmitidas vía aérea en arroz, trigo, maíz y soja.
Hoy día, los contratos mínimos son de USD 1.000, teniendo casos de cobertura a varios microproductores bajo un mismo contrato. Para extensiones mayores a 500 hectáreas se ofrecen planes personalizados.
“Con el nuevo servicio, los precios de los contratos serán más accesibles, ya que ofreceremos planes de suscripción mensual y anual para realizar el monitoreo”, explicó.
Hoy tienen un pedido de Colombia, pero apuntan a entrar con mucha fuerza en Brasil y Bolivia que son nuestros vecinos que presentan problemas muy graves de roya. Como emprendedores en tecnología, el problema actual es el acceso a créditos blandos para el modelo de negocios que ofrecen. “Los bancos se asustan cuando les pedimos G. 500 millones para apuntalar nuestras operaciones anuales”, refirió Alejandro.
“Con este nuevo lanzamiento vamos a volver a acercarnos a algunas empresas que estuvieron muy interesadas en el World Agri Tech Summit de Sao Paulo del 2022 y que esperan comprobar nuestro grado de desarrollo tecnológico disponible para entrar al mercado global”, finalizó.