Singapur está viviendo una afluencia de familias ultrarricas de China, que buscan proteger su patrimonio de un Partido Comunista que las mira cada vez con más recelo.
Las recientes medidas de control contra magnates tecnológicos y celebridades reacias a pagar impuestos, así como los tres años de la rígida política de cero covid, llevaron a muchos chinos acaudalados a buscar un refugio seguro.
Nerviosos por la suerte de sus fortunas, algunos de los más ricos de China tomaron rumbo a Singapur. Y es que la ciudad-Estado, un gran centro financiero asiático, tiene todo lo que buscan los magnates.
Singapur ha estado gobernado por un partido único durante seis décadas y están prohibidas las huelgas y protestas callejeras. Los impuestos son relativamente bajos y la población es en su mayoría de origen chino.
La presencia de los millonarios chinos recién se nota en Singapur, con algunos instalados en casas de lujo frente al mar en la isla Sentosa, que cuenta con un parque temático, casino y club de golf.
“No puedes imaginar cómo gastan dinero. Es de locos”, comentó Pearce Cheng, presidente de AIMS, una firma que brinda servicios migratorios y de reubicación.
Cheng recuerda la fiesta de un cliente a la que asistió, y en la que se sirvió un whisky japonés “Yamazaki 55″, valorado en 800.000 dólares la botella.
La firma de Cheng también los ayuda a conseguir viviendas de lujo, contratar chófer y matricular a los niños en escuelas privadas. Una vez compró 61.000 dólares en habanos para un cliente.
Los recién llegados conducen Rolls Royce y Bentleys y suelen ser vistos en clubes exclusivos de golf, como el de Sentosa, cuyos miembros pagan 670.000 dólares por año.
“Muchos son chinos jóvenes con ropa moderna de diseñador. Suelen estar entre ellos, y cenan entre ellos, lo cual no me sorprende”, comentó Benny Teo, gerente de Blazon, una consultora especializada en golf.
La mudanza a Singapur deja las fortunas de los chinos más ricos fuera del alcance de Pekín, cuyas medidas tienen nerviosos a los millonarios.
Se cree que la salida continuará pese a que China levantó su estricta política anticovid, según analistas.
Singapur es una “zona neutral muy práctica” donde los ultrarricos pueden hacer negocios, comento Song Seng Wun, economista regional de CIMB Banca Privada.