Ford Motor Co. está haciendo un regreso a la cima de los deportes de motor, volviendo a la Fórmula 1 más de dos décadas después de abandonarla.
El fabricante de automóviles volverá a la F1 en 2026, cuando la nueva normativa obligue a los equipos a aumentar la potencia eléctrica hasta en un 50% y a utilizar etanol totalmente sostenible como combustible. Audi también planea incorporarse y, aunque las conversaciones de Porsche con Red Bull GmbH fracasaron hace poco, sigue considerando la posibilidad de entrar en la serie de carreras.
Ford tiene una rica historia en la F1, con 10 campeonatos de constructores y 13 de pilotos durante una década y media que terminó a principios de los 80.
La popularidad de la F1 se ha disparado desde que Liberty Media Corp, del multimillonario John Malone, adquirió la franquicia en un acuerdo de USD 4.400 millones en 2017.
El deporte, antes recargado y centrado en Europa, ha cultivado una nueva generación de fans con un servicio de streaming directo al consumidor y la popular serie de Netflix “Drive to Survive”. La temporada 2022 promedió 1,21 millones de espectadores por carrera, un 28% más que el récord establecido el año anterior, según ESPN.
Según informes oficiales, el mes pasado, el fondo soberano de Arabia Saudí consideró un intento de añadir a la F1 a su creciente cartera de inversiones deportivas con una valoración de más de USD 20.000 millones, aunque el posible acuerdo se tambaleó en las primeras etapas porque Liberty Media no estaba interesada en vender.
General Motors Co., rival de Ford en el centro de la ciudad, también está intentando entrar en la F1 asociándose con Michael Andretti, hijo del legendario piloto Mario Andretti. El organismo rector del deporte abrió la semana pasada un proceso de solicitud para posibles equipos, semanas después de que el presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, dijera que acogía con satisfacción la noticia de la alianza de Andretti con Cadillac, de GM, y que esperaba seguir debatiendo el asunto.