Gabriela Teasdale
Presidenta de la Fundación Transformación Paraguay
La pandemia de Covid-19 parece habernos dejado, pero sus consecuencias y el panorama económico mundial nos están dejando frente a tiempos difíciles. Estamos preocupados por la economía frente a la creciente inflación, la seguridad, nuestro futuro y el de las próximas generaciones. Pero esas preocupaciones a veces nos impiden disfrutar lo bueno. Tenemos la tendencia a ver el vaso medio vacío y ese pesimismo puede hacernos mucho mal.
Uno de mis mentores, John Maxwell, dice siempre que la actitud es lo que le da color a la vida. Si encaramos las dificultades con una actitud derrotista, las cosas seguro van a salir torcidas. Pero si en cambio ponemos el énfasis en el ánimo, las ilusiones, las ganas de trabajar para lograr el éxito, es muy probable que consigamos salir del pozo.
Hace algunos años iniciamos un proyecto asombroso, una iniciativa social para capacitar a nuestros compatriotas en valores. De la mano de la Fundación de Liderazgo de John Maxwell organizamos entrenamientos que ayudan a sus participantes a ser más responsables, honestos, comprometidos y a tener una mejor actitud con los demás. Los ayudan a entender que el cambio empieza por uno mismo y que pequeñas acciones terminan marcando una gran diferencia.
Fue un camino largo en el que tuvimos que sortear obstáculos. Muchos nos abrieron las puertas, otros no. Pero aun así seguimos adelante apostando por nuestra gente, porque creemos rme- mente que una nación crece, se desa- rrolla y progresa si tiene como cimiento una población rica en valores.
Hoy podemos decir con orgullo que llegamos a 731.186 paraguayos a lo largo y ancho de todo el país, el 10% de la población. El gerente general de una empresa, la maestra de una comunidad del interior, el joven de una escuela pública o el líder de una pequeña iglesia: todos tienen en común el haber iniciado una transformación positiva con beneficios que van más allá de lo personal extendiéndose a la familia, el barrio y la comunidad. Las historias de transformación que nos llegan a diario cristalizan nuestro esfuerzo, animándonos a continuar con mayor ímpetu.
Nuestro trabajo ha inspirado a tantas personas que John Maxwell nos pone como ejemplo en sus conferencias. Un vídeo que suele proyectarse pregunta: ¿quién será la próxima Gaby? para animar a los líderes de todo el mundo a tomar acción y empezar esa transformación.
Como paraguaya me siento orgullosa de los compatriotas que nos acompañan porque ellos reflejan también mi ilusión de vivir en un país diferente. Desde este espacio los invito a que se sumen a nuestra iniciativa, a que se incorporen a los entrenamientos desde sus organizaciones, empresas y familias.
Para que dejemos los viejos vicios y transformemos nuestra sociedad desde adentro hacia afuera. Para que Paraguay sea un modelo en Latinoamérica.
Para que de esta manera honremos nuestro potencial, y a la hermosa tierra que nos vio nacer.