Las antigüedades, pinturas, reliquias y objetos pintorescos puestos estéticamente en las paredes, junto con la más cálida recepción y servicio, sin olvidar la gran variedad de cortes de carne a la parrilla, hacen de La Cabrera el sitio ideal para vivir una experiencia de ensueño.
La gran propuesta gastronómica de La Cabrera, que recientemente abrió sus puertas en el Paseo La Galería, se complementa con un espacio impecable que invita a los comensales a disfrutar de los mejores sabores y aromas de principio a fin, así como de un ambiente acogedor y confortable.
Gastón Riveira, alma máter del restó, explicó a FOCO que en este lugar no solo es posible comer la mejor carne y tomar un vino excelente, sino también distenderse y dejarse llevar por las sugerencias de los expertos en la materia. La estrella del establecimiento es la carne.
Existen todo tipo de cortes seleccionados, pero entre los más solicitados se destaca el ojo de bife, aunque constantemente se da una variación de pedidos tales como vacío, entraña o lomo. En cuanto a las opciones de entrada no faltan la provoleta con jamón serrano, tomate seco y albahaca, las mollejas grilladas, chorizos criollos, las morcillas vascas dulces y, un infaltable, la deliciosa empanada La Cabrera.

A estas propuestas se suman las guarniciones que van desde papas con cebolla caramelizada hasta ensaladas de palmito, tomate y huevo. También se destacan las pastas caseras y los grillados de mar y río. Todo esto puede ser acompañado por una selecta carta de vinos y como broche de oro, inolvidables postres pensados en satisfacer a los clientes más exigentes, invitándolos a repetir la experiencia.
Las instalaciones. El diseño y la decoración son innovadores, el local cuenta con una capacidad para recibir a unas 75 personas tanto en los salones internos como en la terraza. Sobre la ambientación, Gastón mencionó que tienen mucho que ver con “las ideas locas” que él posee y el complemento de ser un bistró barroco de barrio con un servicio bien distendido, diferente y sobre todo distinguido.
“Mi abuelo tenía un taller donde fabricaba muebles, en ese lugar había sillas colgando, herramientas y antigüedades. Parte del mobiliario que está en el restó de Buenos Aires era de mi abuelo. Esa idea decorativa ahora se trasladó al mundo entero”, señaló.
Cabe destacar que, además de Argentina donde se encuentra el primer local, también cuenta con otros en Paraguay, país en el que ya tiene dos establecimientos, Chile, México, Perú, EEUU, España y Filipinas. Como un plus, dijo que en el recinto también se puede apreciar un diagrama de la anatomía bovina que ayuda al comensal a entender y escoger qué desea degustar. Más que una comida, es una experiencia interactiva y educativa para todos.
“La Cabrera ofrece materia prima local de excelente calidad, atención de primera con mozos generosos y bien preparados para dar el mejor servicio en un ambiente descontracturado”, concluyó.
El dato
Gastón Riveira indicó que al ser latinos, tanto argentinos como paraguayos pueden reconocer amigablemente los sabores de la carta ya que tienen una cultura española arraigada muy fuerte, donde históricamente la carne fue el emblema de la Cuenca del Río de la Plata y donde el asado siempre estuvo presente, en las reuniones y en las fiestas e incluso, en los eventos más chicos donde se rescataba y cocinaba el asado de tira que no se elegía para llevar a Europa y que se debía tirar.