Christian Kennedy
Director de London Import
@christianfkb
En algún momento de nuestras vidas todos hemos mirado y admirado a personas a quienes consideramos referentes en temas que nos apasionan. Desde nuestros padres, una profesora o algún buen jefe; estos mentores a una edad oportuna o en un momento oportuno pueden intervenir en nuestras vidas de manera tal a elevarnos al siguiente nivel, permitiéndonos ver más lejos. Sin embargo, hay periodos de nuestras vidas donde nos olvidamos de la importancia de seguir aprendiendo, pero por sobre todo de ir transmitiendo lo aprendido, porque todos podemos ser mentores, especialmente quienes nos encontramos en posiciones de liderazgo.
Hace poco más de un año, en un cambio de la estructura de mi empresa familiar, los directores salimos de la operativa para enfocarnos en cuestiones estratégicas. ¿Qué significaba eso para mí? Más “tiempo libre”. En ese tiempo libre, una de las cosas que encontré, y me encontró, fue la mentoría. Si bien siempre para mí la plasmaba en una pregunta de “¿Qué puedo hacer por Uds.?”, con la idea de compartir conocimientos y experiencias, encontré que las mentorías iban más allá de tan solo enseñar una herramienta o compartir un aprendizaje y se trasladaban a un plano de un impacto mayor: el de guiar e inspirar y permitir que cada uno desarrolle su pensamiento propio en decisiones de vida.
Harvard Business Essentials define el mentoring como el ofrecimiento de consejos, información o guía que hace una persona que tiene experiencia y habilidades en beneficio del desarrollo personal y profesional de otra persona. Las mentorías bajo este concepto, se basan en transmitir conocimientos y luego de unos años de haber leído, visto y trabajado como mentor pude comprobar que de alguna manera, ya hacía mentorías y acompañamientos de crecimiento en mi área de expertise a gente de mi equipo mucho tiempo antes.
En ese sentido, creo que son muchos los mentores que no saben que lo son. Por ello, si sospechás que sos uno o querés empezar a compartir tus conocimientos e inspirar, quiero ofrecerte algunos aprendizajes de mi camino acompañando y asesorando a empresas familiares, nuevos negocios y emprendedores.
En primer lugar necesitamos identificar lo que buscamos cuando hacemos mentorías. Algunos ejes a trabajar podrían ser:
‣ Agregar valor a la persona o grupo de personas a mentorear, identificando y potenciando sus fortalezas y trabajando sus debilidades.
‣ Equipar a la persona o personas con conocimientos específicos que vemos necesarios para su crecimiento.
‣ Compartir sus sueños y experiencias de vida y a través de estas conversaciones, inspirar.
‣ Compartir conocimientos, éxitos y fracasos, para que la persona o personas entiendan que las dificultades también suman.
‣ Ayudar a la persona o personas a pensar y a identificar su camino, sirviendo de guías en este proceso.
En segundo lugar, es necesario determinar un proceso claro desde el inicio. Para ello, necesitamos:
1. Tener las expectativas claras del mentoreado.
2. Garantizar la consistencia del proceso.
3. Asegurarnos de que la comunicación durante el proceso sea clara, de que hablamos de lo mismo.
4. Determinar los canales de comunicación entre el mentor y mentoreado.
Por último, creo que el componente inspiracional es no menor y por ello quiero dejar tres máximas personales que refuerzan mi creencia en esto y espero que te sirvan:
“Si he visto más lejos es por haberme parado en hombro de gigantes.” Isaac Newton explica que todo conocimiento y visión que tenemos, en realidad es gracias a otros que han visto otras cosas antes y que nos han permitido ver más allá, de construir sobre sus conocimientos.
“Amor Fati” es un concepto de Friedrich Nietzsche, que implica que no sólo debemos aceptar lo que nos pasa, si no que debemos amar el destino, que el mismo, bueno o malo, es necesario para nuestro crecimiento y desarrollo.
“Memento Mori” – frase romana que se atribuye también al estoicismo, que nos recuerda de la inevitabilidad de la muerte, por ende, a disfrutar cada momento y también entender que todo acaba. Lo más cercano a la inmortalidad es sumar a otros compartiendo conocimiento y generar un efecto multiplicador. Por eso, para quienes quieran liderar y generar cambios, busquemos a quien sumar y cómo sumar. Como mencioné, muchos ya lo están haciendo sin darse cuenta