El fenómeno trastoca el clima, provocando más lluvias en Australia e Indonesia, al tiempo que las sequías son más graves en California, al igual que en partes de Argentina, Paraguay y Brasil.
Se prevé que el fenómeno meteorológico de La Niña se prolongue hasta el año 2023, lo que aumentará las probabilidades como consecuencia de más tormentas durante el punto álgido de la temporada de huracanes del Atlántico y potencialmente puede condenar a California y a los EE.UU. a un año más de sequía.
De acuerdo con una nueva previsión del Centro de Predicción Climática de Estados Unidos, las posibilidades de que el enfriamiento del océano Pacífico ecuatorial se extienda hasta el mes de octubre se han incrementado hasta un 97%.
En cuanto a las posibilidades de que se mantenga hasta enero, son de un 80%, en comparación con el 72% del mes anterior. Cabe la posibilidad de que un tercer ciclo de La Niña se desvanezca y el Pacífico recupere su temperatura habitual. Desde 1950 sólo ha habido dos oportunidades en las que el fenómeno climático se ha producido tres años seguidos.
Este fenómeno puede provocar inviernos más leves y secos en Estados Unidos y menos tormentas de nieve en la costa noreste.