Edna Armendáriz
Representante del Banco Interamericano de Desarrollo de Paraguay
El conflicto comercial entre EEUU y China, la pandemia del covid-19 y la reciente guerra en Ucrania han reconfigurado las cadenas globales de valor (CGV) y alertado sobre los riesgos de depender de proveedores únicos para algunos productos, lo cual puede generar interrupciones en el suministro de insumos y aumentos inesperados en los costos.
A esos riesgos geopolíticos se suma una creciente preocupación por el impacto ambiental del comercio y, en particular, por la huella de carbono de los productos. Para garantizar una mayor resiliencia ante futuras interrupciones, así como para reducir su impacto ambiental al acortar distancias de tránsito, las empresas globales están tomando medidas para alinear una oferta de opciones de suministro más cercana o nearshoring.
Este reacomodamiento de las CGV presenta una oportunidad única para que Paraguay pueda captar nuevas inversiones, generar más empleos, fortalecer su participación en algunas cadenas de valor e incursionar en otras. Paraguay es uno de los países mejor posicionados en América Latina y el Caribe para aprovechar estas tendencias. Tiene una de las economías más abiertas y dinámicas de la región.
Adicionalmente, cuenta con una participación en varias CGV gracias a sus ventajas comparativas, que incluyen costos laborales competitivos, cercanía geográfica y cultural con grandes mercados de América del Sur, leyes atractivas de incentivo a la inversión, abundancia energética y estabilidad macroeconómica.
Las oportunidades de atraer nuevas inversiones, en el marco de la reconfiguración de las CGV, se encuentran en una variedad de sectores: forestal, textil, agroalimenticio, farmacéutico, autopartista y de servicios basados en el conocimiento. En el caso forestal, el país ya cuenta con inversiones que modificarán su pauta exportadora al diversificar productos forestales con potencial de expansión hacia servicios especializados. Para ello, es clave su ubicación estratégica cercana al sur industrial forestal brasileño y al norte productivo argentino.
El sector textil es el principal proveedor latinoamericano de Brasil (y el tercero a nivel mundial) en marcas consolidadas con una estructura de costos muy competitiva y una logística de cercanía. Paraguay puede consolidarse como un hub regional y a la vez diversificar su producción en nichos de insumos.
El sector agroalimentario exportador, por su parte, se encuentra consolidado con el 74% de las exportaciones. Con fronteras agrícolas en expansión, principalmente en la Región Occidental, el país seguirá aumentando su volumen productivo. El sector autopartista también se ha consolidado como el principal producto de exportación bajo el régimen de maquila.
Aunque está centralizado en el montaje de hilos y cables eléctricos, tiene potencial de expansión hacia otros componentes del cableado y motores. Estos son solo algunos ejemplos del potencial de Paraguay para atraer inversiones de valor agregado. Muchas de estas oportunidades se pondrán a disposición de inversores internacionales en el foro “Invest in Paraguay”, organizado por el Gobierno paraguayo y el Banco Interamericano de Desarrollo los próximos 8 y 9 de setiembre en el Centro de Convenciones Conmebol.
Allí se repasarán las tendencias mundiales en producción e inversión, las oportunidades que brinda el país, los proyectos concretos de inversión y se ofrecerá una rueda de negocios y networking. No podría ser más oportuna la ocasión.