Jazmín Gustale Gill
General Partner iThink VC
La tecnología ha revolucionado la forma cómo nos comunicamos, cómo organizamos nuestro día y hasta cómo consumimos, ¡incluyendo la manera de cómo hacemos negocios!
Hasta hace poco, la idea de emprender parecía posible solo para algunos. Pero la innovación en los modelos de negocios y las nuevas tecnologías han permitido que muchas personas puedan emprender a través de las startups. Así, este modelo ha ganado mucho destaque, siendo hoy un ícono de la economía digital.
Pero, ¿qué es una startup? Es una empresa que tiene un gran potencial de crecimiento. Su objetivo es expandirse rápidamente y centrarse en crecimientos exponenciales. Mientras que una empresa habitual puede tener un objetivo de crecer un 10% anual, una startup suele pretender multiplicar su negocio entre 3 y 5 veces al año.
Por otra parte, mientras que las empresas tradicionales se proponen entregar un producto o servicio, las startups nacen para resolver un problema o dolor de la sociedad. Las mismas se enfocan en solucionar un problema existente en el mercado y marcar la diferencia en la vida de las personas.
Generalmente, una empresa ejecuta un modelo de negocio ya existente utilizando modelos de negocio conocidos y comprobados. Una startup nace diseñada para crear nuevos modelos de negocios y validar ideas con el mercado, lo que hace que muchas fracasen y no logren pasar los primeros años de vida.
Aunque el término “startup” puede referirse a compañías de cualquier ámbito, normalmente se utiliza para aquellas que se valen de la tecnología para entregar sus soluciones. Justamente, su escalabilidad suele estar relacionada con la naturaleza tecnológica.
Generalmente, las startups se caracterizan por tener costes bastante pequeños al inicio. Su premisa principal es mantener los costos bajos para obtener beneficios de una forma mucho más rápida. Por ejemplo, empresas como Amazon, Apple, Google o Microsoft empezaron en los garajes de sus fundadores.
La innovación es la palabra clave de cualquier startup. Ellas buscan ofrecer soluciones creativas para demandas que siempre existieron, pero que el mercado no aprovechaba, otorgando una competencia diferenciadora o disruptiva. Las startups intentan salir de lo que el mercado ya ofrece para destacarse en la forma de atender al público, en el modo como se entrega el servicio, entre otros.
Una de las razones por las que las startups son conocidas es por las noticias de las rondas de inversión que levantan para seguir creciendo. Las startups entran al mercado para buscar capital y utilizan tecnologías para encontrar financiamiento, a diferencia de las empresas tradicionales que entran al mercado después de invertir una cierta cantidad de dinero. Así, la gran mayoría de las startups no utilizan fuentes tradicionales de financiación como préstamos bancarios en los primeros años de sus vidas. Las dos fuentes de ingresos principales al inicio son: capital aportado por los fundadores y participaciones de su empresa a inversores a cambio de dinero y/o mentoría. Aquí, encontramos a los ángeles inversores y los fondos de venture capital o capital emprendedor.
En el próximo blog vamos a profundizar sobre cómo se financian las startups. ¡Nos vemos allí!