Un menor impacto negativo en la economía del país previsto en el primer trimestre del año hace que la caída de la economía para el 2022 sea menor desde la óptica del Banco Itaú en su acostumbrado informe Escenario Macro Latam en el mes de mayo del presente año.
En el anterior informe, la actividad económica reflejó un menor dinamismo al punto de que la expectativa de la economía para el 2022 se posicionó en un resultado de -1,7%. Sin embargo, los efectos generados, principalmente por la aguda sequía que afectó la producción de soja, no fue tanto como lo esperado y el nuevo resultado estimado para el presente año es de -1,0% del producto Interno Bruto (PIB).
En efecto, Itaú notó que los sectores no relacionados con los recursos naturales se mantuvieron sólidos a pesar de los menores ingresos del sector agrícola. Continuando con su expectativa de economía para el corto plazo, para 2023, esperan un crecimiento del PIB del 5,0%, por debajo del 7,0% en nuestro escenario anterior, ya que el efecto base se vuelve menos favorable
En cuanto al dinamismo económico, el informe señala que la actividad repuntó en marzo después de dos meses débiles debido a la sequía. Aun así, el impulso siguió siendo débil en el primer trimestre del año. Utilizando cifras desestacionalizadas, el Informe Mensual de la Actividad Económica del Paraguay (IMAEP) se expandió un 2,2 % mensual en marzo, pero el crecimiento secuencial de febrero fue revisado -0,3%, teniendo en cuenta que en el informe anterior fue de +0,3%.
El crecimiento mensual del IMAEP, excluyendo la agricultura y las binacionales, se situó en una tasa del 1,5 % en marzo, con una tasa trimestral anualizada del 4,5% en el primer trimestre del presente año, frente al 3,9%, resultado del cuarto trimestre del año pasado.
“Observamos que el arrastre estadístico mensual del IMAEP en el primer trimestre del 2022 se ubicó en -3.4%, también usando cifras desestacionalizadas”, señala el informe publicado por el Banco Itaú.
Inflación. Itaú revisó el pronóstico de inflación para fines de 2022 a un 8,8%, que aumentó teniendo en cuenta que en el último informe se posicionó en un 6,5%, debido a la gran sorpresa al alza en abril.
Una perspectiva de inflación más desafiante llevó a revisar el pronóstico de tasa de política monetaria a 7,75% para fines de año, por encima del 7,25% en nuestro escenario anterior.
Para fines de 2023 se espera una tasa de política de 6,75%, desde 6,25% en el escenario anterior, aún más baja que la de 2022 a medida que la inflación retrocede.