La producción de alfajores gourmet es incipiente en el Paraguay, sin embargo, va ganando terreno en el mercado local con una marca que inició en el exterior y que después de unos años echó raíces en tierra guaraní para deleitar a los amantes de lo dulce.
Cynthia López Escobar y Saúl Ortíz son los propietarios de una parte de Alfajores Tatakua, cuya fábrica opera desde la concurrida Avda. Artigas, sitio desde el cual salen los mejores alfajores para el mercado local. GEN FOCO Empresarial, conversó con el matrimonio de emprendedores para conocer más detalles de esta deliciosa propuesta que ha logrado trascender fronteras.
Yendo al inicio de esta historia, los protagonistas revelaron que, anteriormente, trabajaban en la ciudad de Monterrey, México, pero que siempre tuvieron la intención de realizar algo más que sus respectivas responsabilidades laborales. De hecho, confesaron que tenían la idea de crear algo juntos ya que ambos cuentan con un perfil muy creativo.
Ante la falta de este tipo de productos en dicha ciudad y, con unos antojos terribles de comer algo bien dulce y diferente, Cynthia y Saúl iniciaron iniciaron las primeras investigaciones sobre cómo realizar alfajores y masitas. Contaron que al principio la producción fue para consumo propio y de amigos.
“El alfajor no se concibe en México como un producto. Allá se hablaba de medialunas y se no tenía noción de lo que podía ser un alfajor. Entonces eso nos impulsó a elaborar dichos productos que posteriormente salieron a la venta para ese mercado”, señaló Cynthia.
Agregó que se dedicaron 8 años a hacer alfajores en Monterrey, tiempo que les ayudó a especializarse en el rubro y mejorar las técnicas con las que habían iniciado la producción.
La idea era meter un solo tipo de alfajores clásicos al mercado mexicano: el blanco o el negro. Sin embargo, la gente que probaba el producto además de coincidir en que tenía un excelente sabor, sugería agregar dibujos al mismo para hacerlo más atractivo, cosa que no era del agrado de la emprendedora. Pero, ante la insistencia de los clientes Cynthia tuvo que ceder y terminó agregando las letras JHS a los alfajores blancos. ¡Parecían hostias! Este lanzamiento fue un boom en Monterrey y representó el salto a la fama de los productos de Tatakua en México.
Ese concepto de presentación de alfajores con diseño, hizo que se incrementara la demanda tanto así que tuvieron que abrir dos centros de ventas en la ciudad de Monterrey y otro en San Antonio, Texas.
La vuelta al Paraguay. Saúl Ortíz señaló que llegaron a Paraguay a pasar unos días de descanso y compartir con la familia, sin la idea de quedarse y mucho menos de abrir una tienda. Sin embargo, situaciones personales y familiares impulsaron a echar nuevamente raíz en la tierra que los vio nacer. Es así que consiguieron financiación de parte de un importante empresario e iniciaron el proyecto ya en el país.
El objetivo  era producir con un concepto diferente, es decir, dejar de comercializar directamente al cliente y meter los productos en las tiendas de conveniencias, supermercados, estaciones de servicios, entre otros puntos de ventas.
Saúl explicó que luego de iniciar en un pequeño local ubicado en una zona céntrica de Asunción decidieron adquirir otro establecimiento más acorde a las necesidades de producción y del mercado.
Actualmente, la fábrica de Tatakua produce 100.000 unidades al mes de alfajores, en 7 sabores: Choco blanco, choco negro, nutella, mani, alfabrownie, alfafrola, alfaron. La producción se divide en tres tamaños: el mega, el regular y el mini.
Un total de 52 personas hacen posible que la elaboración de este delicioso producto sea realidad y, que una vez terminado, llegue a los puntos de venta.
“No existen límites de crecimiento porque tenemos mucho mercado por ganar aún. De apoco estamos metiendo nuevas líneas que son los brownies y galletitas bañadas en chocolate. También producimos unas galletitas saladas que ya están en el mercado y gustan mucho”, dijo Saúl.
Ellos son conscientes de la aceptación que tienen sus alfajores artesanales gourmet, es por ello que apuestan 100% a la innovación y a descubrir nuevas formas de llegar a los clientes. Si bien, saben que actualmente la competencia es dura dentro del rubro, aseguran que este es un sector con un potencial muy importante.
Los productos se comercializan en Asunción y Gran Asunción, siendo el interior un mercado desconocido todavía, pero con la expectativa de que a mediano plazo se pueda llegar a otros puntos del país.
Producción. Las líneas productivas están divididas en segmentos. La primaria es la zona de elaboración de la masa para dar molde a las galletitas que posteriormente se convertirán en los deliciosos alfajores Tatakua.
Romina Samudio, jefa de producción del sector de horneados, explicó el proceso de elaboración de las masas para las diversas presentaciones de la marca. “Aquí procesamos la materia prima para fabricar las masas para los alfajores, los brownies, las galletitas para alfajores de maicenas, los rellenos, entre otros”, indicó.
Añadió que en el sector mencionado se realizan los cortes de los brownitos que posteriormente, en la zona de terminados, se baña con chocolate. Este es el nuevo producto con que cuenta la marca Tatakua.
La producción en la zona de horneados es de 10.000 a 15.000 galletitas por día, distribuidas en dos turnos laborales.
Nuevo showroom. La idea no fue la venta directa al cliente, sin embargo, el mercado impulsa a muchas cosas y entre esas está la de construir un Showroom para la comercialización directa a clientes.
Este nuevo local, que está a punto de ser habilitado, llevó una inversión importante y está ubicado en la zona del complejo Barrail, con miras a la Avda. Costanera Norte.
“Esto está en su etapa final de puesta a punto. Estimamos que en semanas más se estará habilitando al público en general para que pueda degustar de los mejores alfajores. Es una manera de construir la marca también”, puntualizó Saul.