“Para este año se proyecta un aumento en la recaudación tributaria del 8,2% respecto al 2021, de acuerdo con el Presupuesto General de la Nación. Eso se parece mucho a las estimaciones que elaboramos en CPA Ferrere. Sin embargo, si consideramos la sequía persistente, que afecta la productividad sojera, y las flexibilidades fiscales que se establecieron hace poco para el sector agrícola, esta estimación deberá ser revisada a la baja”, afirmó Pedro Ayala, gerente de Impuestos de CPA Ferrere.
¿Podría haber cambios en los impuestos este año?
Estimo que no. Es prematuro suponer aumentos o creación de impuestos nuevos cuando la reforma tributaria tiene apenas 2 años de vigencia. Lo que sí es esperable mientras persista la pandemia, es que el Gobierno le otorgue algunas facilidades al sector agroganadero, marcadamente exportador que aún es afectado por las restricciones sanitarias y el clima. Es clave no perder productividad y capacidad competitiva.
¿De qué manera se podría instar a la ciudadanía a una mayor formalización?
El fisco debe asumir a los contribuyentes como clientes y atenderlos como corresponde. Profundizar en la simplificación de trámites o procesos para que el contribuyente cumpla sus obligaciones fiscales es, debemos comprenderlo, el paso inicial. Deben establecer todos los canales adecuados para una buena atención: un adecuado centro de atención al contribuyente; call center; bots; mayor incorporación de tecnología como apps para emisión de facturas digitales para pequeños contribuyentes, y por supuesto, respuesta directa y rápida a “los clientes”.
¿Por qué existe falta de voluntad de parte de la ciudadanía para cumplir con el fisco?
La renuencia puede explicarse: los contribuyentes deben percibir claramente que los servicios públicos mejoran su vida cotidiana, que se materializan en avances claros en: Salud, educación, seguridad pública con e ciencia policial y rehabilitación de infractores, mantenimiento y expansión de infraestructura, entre otros.
Históricamente, es cierto, los contribuyentes paraguayos cumplen sus obligaciones fiscales a regañadientes. Más allá de los egoísmos y codicias, que las hay, por supuesto, esa reticencia no es sorprendente en el marco de una cultura que ha incentivado y aún hoy es permisiva con la corrupción, micro o macro. Cuanta más transparencia, eficiencia y respeto al ciudadano, menos excusas para los renuentes al pago.
Pagar lo menos posible respetando las normas, es comprensible; la evasión lisa y llana, en cambio, es una transgresión grave que podrá explicarse, pero nunca justificarse, como cualquier delito. Estos son algunos motivos de la insatisfacción de los contribuyentes que sí pagan sus impuestos.
¿Qué cambios haría a los impuestos que se tienen en Paraguay actualmente?
Distribuir el peso tributario entre todos. Paraguay tiene un régimen tributario atractivo para las inversiones extranjeras: la baja presión tributaria, y la relativa simplicidad de los impuestos, en comparación a la región, es buena, creo que debemos mantener este atractivo. No cambiaría nuestro régimen tributario sin antes reducir al mínimo posible la evasión impositiva. Nuestro país tiene un margen importante para mejorar la recaudación tributaria castigando a los evasores. Eso parece justo y necesario antes que presionar aún más al sector formal.
¿Qué cambiaría del actual IRP?
Si bien el IRP dejó de ser un impuesto formalizador, para ser una fuente de recaudación importante para la SET, debe atenderse que se convierta en un impuesto confiscatorio.
El nuevo IRP debería volver a considerar el arrastre de pérdidas, proveniente de gasto o inversión, para poder compensarlos en el IRP de los años siguientes, desde luego con las salvedades de que esta pérdida provenga de rentas gravadas en años anteriores o préstamos obtenidos.
¿Considera que el sistema tributario paraguayo actual necesita una nueva reforma?
No, en Paraguay no necesitamos una nueva reforma del sistema tributario. Antes que nada, debemos evaluar, por lo menos por tres años más, el régimen actual. Pasado el lapso conveniente de adaptación y evaluación, habrá que repensar cambios innovadores que mejoren la recaudación sin perder dinamismo económico e inclusive agudizando nuestro atractivo como país de baja presión tributaria.
Aún hay una enorme oportunidad de mejora en cuanto a la cantidad/calidad del gasto público. Es allí donde deben apuntar las reformas: mejorar los resultados. Intentar mejorar a través del aumento de impuestos podría ser muy nocivo.
¿Cuál es el impuesto más ineficiente actualmente?
El IRP es el impuesto que tiene una oportunidad de mayor e ciencia, si bien en sus años de vigencia ha permitido, indirectamente, la mejora en las recaudaciones del IVA y del IRE. Con los cambios introducidos en 2020, ahora debemos seguir analizando su evolución en su doble papel, formalizador-recaudador.
Por otra parte, el IVA es el impuesto más regresivo e injusto. Es que el IVA no discrimina, no perdona, se aplica a todos los paraguayos sin tener en cuenta su capacidad contributiva; los impuestos indirectos tienen esta particularidad. En un mundo ideal las recaudaciones tributarias deben provenir de impuestos progresivos, es decir, de los impuestos a las rentas y no de los impuestos regresivos como el IVA. Lo real y lo ideal no están tan cercanos, claro.
¿La presión tributaria en Paraguay sigue siendo baja en comparación a la región?
La presión tributaria del Paraguay es de cerca del 14% del PBI, es por lejos la más baja de la región, nos sigue Bolivia con cerca del 25%, Argentina y Uruguay en aproximadamente el 29%, y encabeza la tabla Brasil con casi el 33% de presión tributaria sobre el PIB. Es esta la razón por la que vemos un éxodo masivo de capital argentino y brasilero hacia Paraguay. La cuestión álgida es otra: pese a que cuando nuestra presión tributaria es la más baja, la debilidad de la gran mayoría de nuestras instituciones hace que muchas otras inversiones busquen asilo en países un poco más caros tributariamente que el nuestro, pero con instituciones más sólidas, donde la incertidumbre es menor.
¿Cuál es su opinión con respecto a los nuevos impuestos digitales?
La norma fiscal paraguaya hace años debió recaudar impuestos a los servicios digitales, estamos rezagados en esta materia. Aún dos años después de la entrada en vigor de la Ley 6380/19 estamos con dificultades en la recaudación del Impuesto a la Renta de los No Residentes y del IVA, que son los impuestos que hoy gravan la prestación de servicios digitales. Los servicios digitales avanzaron a un ritmo tan frenético que incluso los países más desarrollados tienen enormes dificultades en recaudar impuestos provenientes de los servicios digitales.
En cuanto al endurecimiento de controles sobre el IVA, ¿qué cambios podrían hacerse? Debe continuar y hacerse aún más duros, además de utilizar la tecnología del big data, data analytics, el Public Service Intelligence, el machine learning para identificar complejos, sofisticados y millonarios esquemas de evasión. El fisco debe avanzar con la incorporación de más tecnología para facilitarle al contribuyente el cumplimiento de sus obligaciones tributarias. Al simplificar, abaratar y resultar razonable en términos de costo/beneficio, será más atractivo cumplir cabalmente las obligaciones tributarias. Y, claro, menos conveniente quedarse en las oscuridades y riesgos de la economía subterránea.
PERFIL
Pedro Ayala, gerente de Impuestos de CPA Ferrere. Foto: Gentileza
Contador Público, egresado de la Universidad del Norte de Paraguay.
• Gerente del Departamento de Impuestos de CPA Ferrere de Asunción.
• Lidera la práctica de Impuestos en CPA Ferrere en Paraguay y es miembro permanente de la práctica regional de impuestos de Ferrere.
• Asesora a diversas empresas nacionales y multinacionales en materia de liquidación de Impuestos Fiscales y Consultoría Impositiva, enfocado en la minimización de costos y mejora de la e ciencia.