La sequía que se registra actualmente en Paraguay es sin dudas una de las más fuertes de los últimos tiempos y trae consigo secuelas que afectan a la producción del campo, a sectores como el de los armadores fluviales ante un bajo nivel de los ríos, entre otros.
Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP) señaló que en solo 30 días, lo que parecía que sería una buena zafra de soja, se convirtió en una de las peores en mucho tiempo.
Afirmó que durante los meses de octubre y noviembre hubo buenas lluvias, pero en el último mes del año pasado el escenario cambió totalmente y ahora el campo se encuentra en la incertidumbre.
“Los productores esperaran hasta fin de mes las precipitaciones necesarias para volver a sembrar la zafriña, si no llueve, no podemos hacer nada”, indicó.
Ingeniero Héctor Cristaldo, titular de la UGP. Foto: Archivo
Agregó que muchos agricultores sembrarán igual en seco esperando las lluvias, otros esperarán un poco de suelo húmedo, pero todo es incierto y, según las previsiones de clima, no se anuncian precipitaciones importantes.
Asimismo, informó que hasta que no se termine la cosecha, no se pueden estimar porcentajes generales de pérdida. Sin embargo, hasta el 21 de diciembre, las mermas estaban entre un 30% y 35%.
“Ahora creemos que se superará ese porcentaje de pérdida y, lógicamente, ya no llegaremos a los 4.000 millones de dólares en ingreso de divisas; es más eso afectará también al dólar. Habrá unos 190.000 viajes menos de camión debido a que no habrá tanta mercadería”, sostuvo.
A pesar del complicado panorama, el ingeniero Cristaldo resaltó el espíritu de trabajo del productor paraguayo y la esperanza de mejorar su situación. “La mayoría piensa a futuro, no se detiene, la sequía les afecta, pero no les paraliza, porque deben recuperar de alguna forma todo lo perdido y seguir haciendo crecer a sus familias, su comunidad y un país entero”, señaló.