La polinesia Isla de Pascua, a 3.700 km al oeste de la costa chilena, en el océano Pacífico, reabrirá al turismo en febrero después de dos años sin visitas por la pandemia del coronavirus, anunciaron recientemente las autoridades locales.
Este territorio insular de Chile basa desde hace décadas su economía en los ingresos del turismo, que llega de todo el mundo atraído por su singular belleza y sus icónicos moais -estatuas de piedra talladas con forma humana-.
(Photo by MIGUEL CARRASCO / AFP)
En febrero se retomarán los vuelos de la aerolínea Latam desde Santiago a la isla, paralizados desde el 16 marzo de 2020, cuando se establecieron las restricciones sanitarias a nivel nacional una semana y media después de que se registrara el primer caso de covid-19.
Desde entonces Chile suma más de 1,7 millones de casos y 38.000 muertes por covid-19. El 90,69% de la población mayor de 6 años ha recibido al menos dos dosis de las vacunas contra el virus.
La única ruta área comercial a la Isla de Pascua parte desde la capital y ahora los visitantes tendrán que tener vigente su pase de vacunación y realizarse un test PCR (hisopado) tomado un máximo de 48 horas antes del embarque.
En la isla apenas se han registrado en este tiempo ocho casos de covid-19 y no hay ningún nuevo enfermo desde septiembre de 2020. Tampoco hubo hospitalizados ni fallecidos en toda la pandemia, según las autoridades locales.
A pesar de ello, el pueblo originario rapa nui realizó el 25 de octubre una consulta para saber si la población quería que la isla se abriera o no al turismo. El resultado, no vinculante, fue de un 67% en contra.
Un 73,1% de la población de Isla de Pascua -10.000 habitantes- está vacunada contra el coronavirus, pero el centro médico de Hanga Roa no dispone de unidades de terapia intensiva, aunque sí de respiradores. Un vuelo de urgencia al continente demora aproximadamente cinco horas y media.