Diciembre de 2020 representa un hito histórico para las estadísticas en Paraguay con la promulgación de la Ley N° 6670 ya que desplaza a la anterior DGEEC, modernizando el Sistema Estadístico Nacional (SISEN), y crea el Instituto Nacional de Estadística (INE), que a partir de este año se encarga de la rectoría de todo el sistema.
Esto se da luego de 78 años de que Paraguay tuviera la ley más antigüa de América Latina y el Caribe. Esta ley era de 1942, de cuando en el país todavía circulaba el peso como moneda nacional. Con la Ley 6670, se crea el Instituto Nacional de Estadística (INE), como en la mayoría de los países del mundo.
Esta ley incluye principios de buenas prácticas, en coincidencia con la Resolución 238 del 2014 de la Asamblea de Naciones Unidas en la que se establecen los diez principios aceptados para un buen desarrollo de la estadística oficial.
Otra gran innovación es la inclusión del uso de datos electrónicos. Esta es una de las pocas leyes en el planeta que establece un marco en el cual se permiten usar los datos electrónicos. Los afectados por esta ley son todas las personas físicas y jurídicas en la República. También se refiere al secreto estadístico, puesto que es una garantía que tienen las oficinas nacionales de estadística para cuidar y salvaguardar la identidad de los informantes.
¿Los datos recabados son anónimos?
Sí. El Estado pide datos de pobreza, datos de desempleo, pide condiciones de vida, salud, educación, vivienda, etc, pero en ningún caso podemos nosotros identificar al informante.
Un desafío que tenemos como país es la realización del próximo Censo Nacional de Población y Viviendas, la mayor movilización que pueda tener un país en tiempos de paz, los cimientos del sistema democrático, puesto que gracias a este operativo un país puede ver cómo están las garantías constitucionales que tienen que ver con los niños, con las mujeres, con los adultos mayores, con la población toda. La Constitución Nacional enuncia garantías, como por ejemplo en el artículo 28, que habla del derecho a informarnos que tenemos los ciudadanos paraguayos. Pero el artículo 33 también aclara sobre el derecho a la intimidad de la información de las personas.
¿Sobre qué ejes versan ahora los trabajos que realizan desde el INE?
La gran innovación, otro hito o un eje principal de nuestra gestión es haber construido una estrategia nacional de desarrollo estadístico. Por primera vez en su historia, la Oficina de Estadística del Paraguay cuenta con una ENDE, Estrategia Nacional de Desarrollo Estadístico. Esta vendría a ser como la hoja de ruta, la brújula que va a guiar el camino de la estadística durante los próximos diez años.
Esto está lineado al Plan Nacional de Desarrollo, también a los Objetivos de Desarrollo Sostenible y por supuesto también va a sumar mucho a este nuevo desarfío que nos establece el Ministerio de Hacienda, de pasar de un presupuesto por programas en el año 2020 a un presupuesto por gestión de resultado.
Estamos realizando el primer inventario de registros administrativos del Estado paraguayo para tener el primer diagnóstico y posteriormente a esto, plantear un plan de mejoras.
También la agenda de los ODS, los Objetivos de Desarrollo Sostenible, es un eje que hoy tiene nuestro país y ni qué decir nuestro Instituto Nacional de Estadística. Somos los encargados de construir los indicadores ODS. Y en ese sentido hemos dado un salto prácticamente de 20 puntos porcentuales, hoy el Paraguay tiene un nivel de construcción de indicadores que está en torno al 40% de los ODS, también es un desafío importante avanzar con esto.
Hacer un censo nacional en época de pandemia es complicado, pero también una oportunidad única.
Así es, porque estamos ante un escenario de reconfiguración de familias paraguayas. Sabemos que tuvimos fallecidos en el contexto de la pandemia; muchos de ellos han sido sostén de hogar. Hoy en Paraguay el 37% de los hogares son mantenidos por madres solteras, entonces solamente un censo nos va a graficar cómo es la nueva configuración de las familias paraguayas.
También vamos a poder saber si estamos ante un escenario de un baby boom, nacimientos masivos, o si estamos ante un freno en nacimientos. Actualmente la tasa global de fecundidad del Paraguay es de 2,41, es decir, una mujer en edad fértil en Paraguay en promedio, puede tener hasta 2,41 hijos.
Además sabremos qué pasó con la migración, si es que fuimos expulsores o si fuimos receptores en el contexto de la pandemia o del contexto económico internacional. Esencialmente los censos se realizan cada diez años debido a los cambios en la transición demográfica.
¿Cuánto dinero se va a invertir para realizar el censo?
Esto va a costar USD 43 millones y estamos hablando de un proyecto de cinco años. Si bien el levantamiento censal se va a hacer en un solo día, en el mes de agosto del año 2022, el proyecto implica un desarrollo de cinco años que tiene que ver con la planificación, el desarrollo, las pruebas piloto, la confección del cuestionario de modo participativo o con representantes del sector público y privado, también la actualización cartográfica que nos va a permitir tener el inventario de edificaciones que tiene el Paraguay, el uso que le damos, para después tener un censo experimental probando todas las herramientas, posteriormente, el levantamiento censal.
En esa fecha van a salir 210.000 voluntarios en las tareas de censistas y supervisores a recorrer toda la República, cada uno de los hogares que estimamos son 1.900.000. Esperamos encontrar una población aproximada a los 7.500.000 y hay también innovaciones que se están planteando para este nuevo censo, como por ejemplo, la construcción de un geoportal.
Tenemos una plataforma web en la que vamos a territorializar toda la información estadística de manera que el ciudadano tenga la información a un click de distancia y los tomadores de decisión en cualquier coyuntura de planificación o de acción puedan tener la información también a un click de distancia.
Parece que todo está bien organizado y marcha sobre ruedas...
Existe la urgencia que tenemos como país de realizar el próximo censo, pero eso está hoy en el Parlamento Nacional. Necesitamos que el Parlamento apruebe este financiamiento en la brevedad posible para que tengamos los recursos y podamos cumplir ese cronograma de actividades que ha sido planificado. Si queremos avanzar como país tenemos que tener más y mejor información, tenemos que actualizar esa infraestructura estadística, ese soporte sobre el cual todo el resto de las actividades del país se sustenta.
¿Podríamos tener una nueva visión del futuro en Paraguay?
Aquí podemos hablar de otro eje en nuestra gestión, que tiene que ver con hitos que hemos marcado, por ejemplo, en el marco de operaciones inéditas. Mencionamos el índice de pobreza multidimensional. Como se sabe, en el Paraguay la pobreza se mide desde hace 24 años a partir de su dimensión monetaria. Uno es pobre o no pobre según si sus ingresos le alcanzan para hacer frente a los costos de una canasta básica de alimentos y servicios básicos.
La persona es pobre extremo si es que no alcanza los G. 8.200 por día y pobre total si no alcanza G. 26.300 por día. Pero esta medida tenía que ser complementada porque cuando la persona ya tiene los ingresos para hacer frente a estos costos y sigue teniendo algunas carencias surge la importancia de tener una mirada más holística a la pobreza y se crea el índice de pobreza multidimensional.
¿Qué es la pobreza multidimensional y cómo se la estudia?
En primer lugar, con la integración de un comité de pobreza ampliado en el que participan 13 instituciones públicas: Ministerios de Salud, Vivienda, Desarrollo Social, la STP, etc, también organismos internacionales como Unicef, Banco Mundial, BID, PNUD, el UMPA y por supuesto OFI, que es la Oficina sobre Pobreza Multidimensional y Desarrollo Humano de la Universidad de Oxford.
Este nuevo índice de pobreza multidimensional viene a ser complementario a la pobreza monetaria. No vamos a dejar de medir la pobreza monetaria y esto surge a partir de una teoría del Premio Nobel de Economía del año 98, Amartya Sen, quien decía que las vidas humanas sufren muchos tipos de vejaciones, maltrato y humillaciones, que tienen que ser considerados en un contexto global, más allá de solamente estudiar los ingresos.
Entonces, lo que estamos midiendo es el goce del derecho más que el medio para salir de la pobreza. Este es todo un hito dentro de la estadística paraguaya, el tener luego de 24 años una medida complementaria a la medida de la pobreza monetaria.
¿Qué datos podría proporcionar el INE a un inversionista interesado en desembarcar en Paraguay?
Datos de población, en primer lugar para tener en cuenta con qué dispone el Paraguay. Hoy tenemos una población de 7.353.038 habitantes; el grupo ocupado en el país es una población aproximadamente de 3.400.000 habitales. Nosotros nos guiamos por la metodología de la Organización Internacional del Trabajo, entonces medimos la tasa de la fuerza de trabajo: las personas de 15 años y más y ahí nos damos cuenta de que el 72% de ese grupo poblacional hoy es parte de la fuerza de trabajo.
Otro dato importante que también producimos para el BCP es el Índice de Confianza de la Ciudadanía, que nos da la percepción de cómo el ciudadano ve hoy su economía con respecto al año anterior y con respecto al futuro en el Paraguay.
Perfil
Ivan Ojeda, director del INE. Foto: Christian Meza
• Director nacional del INE.
• Licenciado en Administración de Empresas por la Universidad Nacional de Asunción.
• Especialista en Gobernabilidad, Gerencia Política y Gestión Pública por la George Washington University de los Estados Unidos.
• Ha ejercido diversas funciones en el sector público, desde administrativas, ejecutivas y gerenciales, habiendo sido jefe de gabinete, miembro de consejo de entes reguladores, auditor de instituciones públicas y ordenador de gastos como máximo responsable en otras instituciones.