Guillermo Russo
Fundador y director ejecutivo de ReDciclaje
Emprender y llevar adelante una idea nos impulsa a enfrentar nuevos desafíos y al mismo tiempo nos permite desafiarnos a nosotros mismos. Emprender es un aprendizaje continuo y no una acción específica: se hace camino al andar.
La historia de nuestro emprendimiento, REDciclaje, inició como una lluvia de ideas después de una charla acerca de residuos sólidos. Éramos un grupo de amigos con ganas de proponer una solución a la gestión de residuos de la ciudad. Nuestro enfoque a ese problema era saber qué pasa después de que separamos los residuos. ¿Cómo podíamos evitar que estos residuos terminen siendo simplemente basura? Y de ser posible, ¿cómo podríamos volver a darles un valor?
Llegamos a la conclusión de que para lograr el impacto que estábamos buscando primero teníamos que “elegir” con qué tipo de residuo empezaríamos a trabajar y la decisión unánime fue: el plástico.
Personalmente, creo que no existe la fórmula mágica, la fórmula correcta es aquella que le funciona a cada uno. Sin embargo, hay algunas cosas que aprendí emprendiendo y me gustaría compartirlas.
  • Delimitar el enfoque. ¿Tenemos claro cuál es el desafío que queremos enfrentar? ¿Cuál es la solución que deseamos proponer?
Todo producto o servicio que existe en el mercado está orientado a satisfacer una necesidad. Debemos saber que detrás de un problema hay un potencial cliente dispuesto a pagar por esa solución. El desafío consiste en encontrar esa oportunidad para nosotros en el mercado.
  • Generar compromiso con el equipo es fundamental para llevar adelante el proyecto. Todo el equipo tiene que estar de acuerdo con la causa o idea, sabiendo que esto significa invertir tiempo y a veces recursos.
  • Tener constancia y esforzarse son dos valores que van de la mano. Es imposible generar cambios o crear cosas nuevas si no somos constantes y disciplinados.
  • La motivación es el combustible de nuestro motor emprendedor, eso que nos estimula e inspira a lograr aquello que deseamos, mientras que sintamos pasión por lo que hacemos, nunca vamos a sentirnos desmotivados.
En el mejor momento de REDciclaje nos encontrábamos desarrollando merchandising y otros productos para eventos. Debido a la pandemia, el mundo cambió y en una semana nos quedamos sin negocio. En ese punto podríamos haber formado parte de las estadísticas de las empresas que no lo lograron. Sin embargo, teníamos las máquinas, la materia prima y la capacidad de crear nuevos productos e identificamos una nueva necesidad en el mercado: productos de protección personal. Fue así que diseñamos, prototipamos y comenzamos a fabricar protectores faciales y elementos de bioseguridad cien por ciento de plástico reciclado, lo que nos convirtió en una pequeña industria en poco tiempo.
El problema es el desafío principal, la meta a la que queremos llegar, la solución o las soluciones son los diferentes caminos para llegar a esa meta y es completamente normal y saludable recalcular una y mil veces. Si te equivocaste diez veces, ahora tenés conocimiento de diez formas de cómo no hacerlo, pero lo importante es hacerlo; hacerlo bien y hacerlo mejor.
La historia de REDciclaje es muy parecida a la de cualquier otro emprendedor, llena de sueños y emociones fuertes, pero por sobre todo una historia de superación y adaptación a los cambios.
Si tenés una buena idea, emprendé, y si tenés miedo, emprendé con miedo, pero emprendé con ganas.
*Este contenido forma parte de Series Conecta by Tigo Business, una plataforma de inspiración y formación para emprendedores desarrollada en alianza con KOGA. Ve la charla completa en https://youtu.be/kZT32SiTFbM y encontrá más contenidos como éste en conecta.tigo.com.py