Iniciar un nuevo proyecto trae retos económicos, comerciales, operativos, tributarios y de innovación, identificarlos y tratarlos adecuadamente hacen la diferencia de aquellos que logran consolidar su negocio, de los que no consiguen pasar los primeros años de actividad.
Un dato interesante indica que el 60% del empleo formal en Latinoamérica es generado por las pymes, según el informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Además, según el Reporte Global sobre el estado de las Pymes, durante el primer trimestre de 2021, un 19% de los emprendimientos encuestados evidenciaron problemas de flujo de caja, mientras que el 24% comentó experimentar problemas relacionados con la demanda o la falta de clientes.
Por ello, Trust Corporate, consultora organizacional internacional experta en temas financieros, comparte algunasrecomendaciones para transitar este camino de manera eficiente.
1. Propósito del negocio: Identificar las características, la propuesta de valor, el costo de producción, los materiales y el equipo que se requiere para producirlo es lo que realmente define un negocio y su probabilidad de éxito. Uno de los errores más recurrentes dentro de quienes inician su negocio es la falta de claridad frente al producto o el servicio que van a ofrecer al mercado.
2. Financiación: Cuando se comienza una empresa, generalmente el presupuesto económico para ejecutarlo es limitado. La falta de capital restringe algunas decisiones, por lo que hay que ser muy cuidadosos en cómo priorizar los gastos. “Para iniciar, montar y desarrollar un negocio se requiere una inversión de dinero. Los emprendimientos durante los primeros años están expuestos a ciertas restricciones crediticias, los bancos son conservadores a la hora de conceder préstamos, por lo que puede ser una alternativa recaudar fondos de otras formas, como pueden ser los fondos de capital privado”, explica James Hernández presidente y cofundador de Trust Corporate al medio internacional La opinión.
3. Desconocimiento legal: Entender la parte tributaria, los impuestos, las retenciones, la propiedad intelectual, los derechos de autor y el uso licencias es una debilidad que se debe subsanar. “Es necesario prestar atención y tener al día todos los aspectos legales, si dentro del proyecto no hay una persona experta, es mejor acudir a un externo que del manejo adecuado. Cuando la empresa no está al día, quiere decir que algo no está funcionando correctamente’', analiza.
4. Competencia: Las pymes se enfrentan a un mercado donde prevalecen empresas con trayectoria. Pero esto debe servir como un motivante para llegar a mercados potenciales y ofrecer novedosas opciones con sus productos y servicios. “La competencia sirve para entender las oportunidades que ofrece el sector y la forma como se están haciendo las cosas, pero es acá donde la innovación y la creatividad ayudan a saber qué puede ofrecer la empresa que las demás no lo hacen. Recordemos que todo emprendimiento está enfocado en atender los problemas de las personas en su vida cotidiana”, explica Hernández.
5. Servicio al cliente: Todo negocio tiene como propósito conservar sus compradores y atraer nuevos consumidores. Las estrategias de fidelización, ayudan a hacer crecer el negocio, pero también permite mantener ingresos fijos que ayuden a la estabilidad del proyecto. Oír a los clientes, incluso en las inconformidades es la mejor manera de entender la forma como están percibiendo el resultado. Hoy las personas esperan de las compañías con las que se relacionan no sólo les ofrezcan el mejor producto o servicio posible, sino que se preocupen por su experiencia, la postventa es fundamental para interactuar con los compradores.