Empresas, pymes y autónomos se encuentran ante un horizonte incierto en el que tendrán que enfrentarse a varios desafíos para sacar adelante sus proyectos.
El Covid-19 ha representado la peor crisis económica en más de una centuria. Muchas empresas se han visto obligadas a innovar para subsistir. Pero, ¿qué retos llegan luego de la pandemia? Compartimos algunas recomendaciones realizadas por el Grupo Milano con la intención de que empresas puedan pensar en sus próximas metas.
1. Desafíos ambientales: La apuesta por la sustentabilidad debe ser una prioridad como respuesta a una marcada tendencia sobre el futuro sostenible, así como la latente preocupación sobre la responsabilidad de las industrias en la huella ambiental.
El Covid-19 catalizó este fenómeno, llevando a los consumidores a demandar productos y/o servicios amigables con el ambiente. Un signo positivo es que en la región, el 70.8% de las empresas ya está dando una prioridad alta a la sostenibilidad después de la crisis sanitaria, de acuerdo con un estudio de Sustenta+.
2. Nuevos aliados tecnológicos: Sin duda, las medidas sanitarias impulsaron la transformación digital de las empresas. Desde las plataformas para asegurar la continuidad de nuestras actividades a través del home office, hasta soluciones y aplicaciones para garantizar la seguridad de la información u optimizar procesos. Ahora, quizá una de las preocupaciones más latentes para las empresas en la “nueva normalidad” sea asegurar los protocolos de sanidad en sus instalaciones. Para ello, el desarrollo de plataformas con este propósito se presenta como un aliado estratégico.
3. Alianzas público-privadas: Básicamente, una alianza de estas características es un acuerdo entre un actor del sector público y uno privado para la prestación de un servicio u obra, y se presenta como alternativa para el desarrollo de proyectos en infraestructura a largo plazo en ámbitos como el transporte, educación y salud, entre otros servicios.
Hoy atravesamos tiempos inéditos, pero si regresamos al ejercicio del principio e imaginamos a una empresa como una persona que habla, reflexiona, se divierte, etcétera, es más sencillo entender cómo también puede resistir, ser creativo, innovador, usar herramientas, nuevas capacidades, superar momentos difíciles y seguir adelante renovado... siendo mejor.