El profesor David Schvartzman trabaja en la Universidad de Oklahoma desde el 2013 y hoy lidera el equipo del sistema que observa las tormentas con la mayor resolución temporal que cualquier otro radar conocido.
Hijo de Isis y de Osiris, en el antiguo Egipto, Horus era representado por el cuerpo de hombre y cabeza de halcón. Su poder era tan grande que era conocido como el dios de la guerra y de los cielos, comenta el paraguayo David Schvartzman, profesor en la Universidad de Oklahoma y miembro del Centro de investigación en Radares Avanzados, quien lidera las operaciones del sistema de radares “Horus” y también planifica con un grupo de investigadores e ingenieros las misiones a ser ejecutadas.
El sistema se empezó a desarrollar en el año 2016 con un gran equipo de 20 a 25 ingenieros e investigadores, financiado por el laboratorio nacional de tormentas severas NSSL, de la NOAA.
“Este sistema es el radar meteorológico más avanzado del mundo en la actualidad. Consiste en un arreglo de antenas completamente digital, donde cada elemento en la antena tiene transmisión y recepción de señales digitalizadas con 16 bits de precisión. Además, tiene capacidad de doble polarización y una insolación de polarización cruzada que excede los 50 dB (algo nunca antes logrado)”, refiere David.
Esta maravilla de la electrónica, cuya inversión demandó unos USD 10 a 12 millones (provisto por la NOAA), puede escanear todo el cielo en 5 a 10 segundos para un volumen completo de 360°. “Los radares actuales de antena parabólica proveen una actualización volumétrica cada 5 minutos por lo que Horus es 30 veces más rápido con la misma precisión y mejor cobertura”, aclara con orgullo el científico compatriota.
“El sistema puede captar imágenes tridimensionales de todo el cielo -hasta 250 km a la redonda- en cuestión de segundos. En su máxima configuración, produce 1,5 TB de datos por segundo, pero regularmente esta información se procesa en tiempo real y resulta en solo aproximadamente 1 GB por minuto. Las imágenes se almacenan en un servidor en el vehículo, y luego se transfieren al servidor de datos del Centro de Investigación de Radares Avanzados”, agrega.
Los datos de Horus se utilizan en estudios meteorológicos, para entender mejor la física de las tormentas severas que producen tornados, granizo, y relámpagos. Además, se utiliza para observaciones de incendios forestales, observaciones biológicas, rastreo y hasta predicción de la ubicación de los escombros espaciales.
Con los actuales sistemas se puede predecir con alta probabilidad la ocurrencia de un tornado con al menos 48 horas de anticipación, aunque aún no se sabe dónde se producirá el tornado y su trayectoria de destrucción.
“Con el sistema Horus, se pueden mejorar las predicciones de tornados, y aumentar el tiempo de alerta para que los ciudadanos en zonas afectadas tomen resguardo. Las imágenes de radares actuales se producen cada 5 minutos, tiempo en el cual el tornado pudo haber avanzado varios kilómetros y cambiado de curso drásticamente. Con sistemas avanzados como Horus, estas imágenes pueden ser producidas cada 5-10 segundos, lo cual genera una secuencia más fluida de imágenes, similar a una película”, explica David.