El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos ha lanzado una advertencia contundente sobre los peligros que enfrentan las empresas financieras debido al avance de la inteligencia artificial (IA). Según su último informe, la IA está siendo empleada por estafadores para llevar a cabo ataques cada vez más sofisticados, poniendo en riesgo la seguridad de las instituciones y de sus clientes. La capacidad de la IA para imitar la voz y el video de los clientes, así como para crear correos electrónicos de phishing más convincentes, representa un desafío significativo para la ciberseguridad financiera.
El informe señala que los avances recientes en inteligencia artificial han permitido a los delincuentes perfeccionar sus técnicas, facilitando la suplantación de identidad y el acceso ilegítimo a cuentas bancarias. La subsecretaria de Finanzas Internas, Nellie Liang, advierte que la IA está transformando el panorama del fraude en el sector financiero, lo que exige una respuesta urgente por parte de las autoridades regulatorias y las empresas del sector.
El comunicado del Departamento del Tesoro, encargado en virtud de una orden ejecutiva presidencial, subraya la importancia de abordar los riesgos asociados con la inteligencia artificial en el ámbito financiero. No obstante, también reconoce el potencial de esta tecnología para mejorar la eficiencia y la innovación en la industria.
A medida que la administración Biden busca aprovechar las oportunidades de la inteligencia artificial en el sector financiero, también se compromete a garantizar la protección contra amenazas a la resiliencia operativa y la estabilidad financiera. Sin embargo, surgen preocupaciones sobre la posible fragmentación regulatoria a medida que las agencias federales y estatales establecen normas para el uso de la IA en servicios financieros.
El Departamento del Tesoro ha anunciado su intención de trabajar en estrecha colaboración con los reguladores financieros y la industria para garantizar una regulación coherente y efectiva que aborde los desafíos emergentes en materia de ciberseguridad. Este enfoque busca mitigar los riesgos y promover la adopción responsable de la inteligencia artificial en el sector financiero, salvaguardando así la integridad del sistema financiero y la confianza de los consumidores.