Este sistema va ganando cada vez más adeptos, puesto que hay quienes lo utilizan para producir alimentos de autoconsumo; otros lo aprovechan a gran escala para proveer a centros de retail, incluso lo emplean en el cultivo de forrajes para la ganadería.
La agricultura en Paraguay, así como en otros países, presenta ciertas limitaciones para generar alimentos. Estas están dadas por ciclos largos, estacionalidad, riesgos de heladas, granizos, sequías, así como por la necesidad de contar con grandes extensiones de tierra para el cultivo de frutas, hortalizas, verduras y hasta forraje para alimento animal.
Sin embargo, muchos de estos inconvenientes podrían resolverse con la implementación del sistema hidropónico, que no solo se convierte en una buena opción para quienes buscan emprender, sino que también en un negocio rentable, puesto que la producción de manera controlada es superior a la tradicional.
La ingeniera en alimentos María Paz Paredes Küchenmeister, y el ingeniero agrónomo, José Lesme, compartieron su experiencia en este tipo de cultivos, que cada vez goza de mayor aceptación y que incluso, por su calidad, hasta pueden llegar a exportarse.
Desde la ciudad de Luque, María Paz cuenta que su interés por la hidroponía nació en época de la facultad, cuando llevaba materias de agronegocios relacionadas con el tema. Si bien, hoy día toma el cultivo hidropónico como un hobby y para el consumo familiar -ya que cultiva hortalizas en un invernadero propio con 100 plantines- lo hace también pensando en ganar más experiencia en el rubro para que en un futuro no tan lejano pueda ampliar su producción y proveer hortalizas, frutas y verduras a importantes cadenas de retail.
“Hace 1 año y medio que mi padre compró el invernadero con la condición de que yo me hiciera cargo de él. Acepté el desafío y me encanta. Ahora producimos lechuga, albahaca, cilantro, rúcula, entre otras cosas más. Todo para el consumo familiar y una selecta cartera de clientes que siempre me piden porque reconocen la calidad de los mismos. Y es que son productos estandarizados, de tamaño uniforme, muy atractivos a la vista por su color y brillo. Además, los aromas se perciben con mayor intensidad”, relató entusiasmada María Paz.
Seguidamente, dijo que en tiempos en los que la salud y el bienestar cobran mayor preponderancia, las personas optan por comprar productos más saludables, libres de agroquímicos y que sean sustentables, ventajas que la hidroponía ofrece ya que los cultivos se producen sin contacto con la tierra.
“La hidroponía tiene 3 etapas: maternidad, en la que se siembran las semillas y comienza el proceso de germinación (de 7 a 15 días); intermedia (uno 15 a 20 días) y final (10 a 20 días más aproximadamente). El ciclo que debemos cumplir son de unos 30 a 35 días desde la maternidad”, explicó.
Destacó, además, que este tipo de cultivos requiere de cuidados especiales: verificar la temperatura, humedad, los nutrientes que se le deben agregar y la conductividad del agua, pues un descuido puede echar a perder la producción.
Una visión distinta aportó José Lesme, integrante de la ARP Joven y máster en Fitotecnia, especializado en Brasil, quien además de tener sus propios cultivos en Itacurubí de la Cordillera, es un gran conocedor de esta técnica que también es implementada para la alimentación de animales.
“Desde mi punto de vista, este es un buen sistema para la ganadería de pequeña escala, especialmente, la lechera”, indicó el especialista y explicó que el forraje verde hidropónico no solo permite brindar al animal un alimento de bajo costo, sino un alto índice proteico, lo cual es aprovechado para dar un salto de productividad bastante importante.
Y al ser un producto de alta digestibilidad y buen aporte nutricional, lo pueden consumir desde rumiantes, aves, cerdos, conejos, ovejas, hasta equinos, aseguró.
El cultivo. La semilla más utilizada para la obtención de forrajes es el maíz que, no solo tiene un alto valor nutricional (proteínas, minerales y vitaminas), sino también altos rendimientos que le permite ser usado en distintos sistemas de producción hidropónicos, en los que se generan elevados y constantes volúmenes de forraje verde, que serán utilizados como fuente de alimento a la mitad del costo convencional de forrajes que se cultivan a campo abierto.
Sin embargo, aclaró que también se puede trabajar con semillas de trigo, sorgo, avena, centeno, cebada, entre otros.
El Ing. Agr. José Lesme destacó que el forraje verde hidropónico es uno de los mejores alimentos para la ganadería. Foto: Gentileza.
En cuanto a la estructura para su cultivo, dijo que normalmente se suele construir un piso de material con una pendiente para que el agua se escurra y que se coloca un sistema de riego por aspersión. Básicamente se utilizan unas bandejas o unas mallas tipo tejido de alambre de plástico que fungen de alfombra para que las semillas puedan germinar y tras cumplir el proceso de crecimiento, el forraje pueda ser cosechado y distribuido a los animales como complemento de su balanceado.
“Tienen un crecimiento de entre 10 y 15 días, dependiendo de las condiciones climáticas en las que se encuentran. Con el frío, como se sabe, tarda un poco más para germinar, entre unos 3 y 5 días; pero con un calor intenso y una humedad controlada, las semillas logran germinar entre 2 y 4 días”, señaló José.
También contó que otros productores con mayor poder adquisitivo apuestan por producir en contenedores equipados con sistemas de regulación de temperatura y humedad con los cuales garantizan la calidad del forraje. “Un contenedor equipado cuesta entre USD 5.500 y USD 6.000.La única desventaja que encuentro a esto es que la capacidad de producción es bastante limitada”, reflexionó José.
De allí que si se piensa en cultivos de forrajes verdes hidropónicos a gran escala se debe invertir más para la construcción de una plataforma de mayor superficie, por lo que no es del todo rentable.
Ganado vacuno. Para alimentar vacas lecheras, indicó que se recomienda suministrarles entre 12 y 18 kilos del forraje, dividido en dos raciones, que por lo general se dan durante el ordeño para lograr un aumento de la producción de leche, entre un 10% y 20% en comparación con animales alimentados solo con dietas tradicionales.
Finalmente, los que sienten interés por este sistema tienen que se concientes de sus ventajas y desventajas. Entre estas últimas, hay que mencionar que tiene un mayor costo de inversión inicial; además, a diferencia del cultivo tradicional, el hidropónico conlleva monitoreo y mantenimientos constantes y su implementación requiere de mayores conocimientos.
Sin embargo, las ventajas que ofrece compensan estas atenciones especiales, puesto que en igual superficie el rinde es mucho mayor, se utiliza menor cantidad de agua y lo fundamental, como el cultivo se desarrolla en un ambiente controlado se descarta el uso de pesticidas y agrotóxicos.